InicioultimasOpiniónBingos o asistencialismo ¿Cuál es la fórmula?

Bingos o asistencialismo ¿Cuál es la fórmula?

Hace un par de décadas, o algo así, una autoridad en su visita a una localidad rural en la que se le pidio ayuda para remodelar la sede social, manifestó su aprobación. Aunque con una condición.

“Es que ustedes también deben mostrar interés en participar. Porque las cosas que nos cuestan son las que mas se cuidan”, y ofreció financiar la obra si los vecinos eran capaces de hacerlo aportando el 25 % del total.

Esa era una práctica difundida en especial en sectores rurales, y en poblaciones más apartadas, en las que se pavimentaba, se construía, se remodelaba a fuerza de actividades sociales Y se turnaban en la localidad para ocupar la infraestructura con bailes eufemísticamente, denominados “beneficios”: un fin de semana la Junta de Vecinos, la otra el Centro de Madres, después el Club Deportivo, etc.

Pero debían solicitar el permiso del Municipio para que carabineros pudiera hacer una fiscalización de los mismos llegada la fecha.
Recuerdo en una oportunidad en la que en una riña a la salida de uno de estos beneficios falleció a puñaladas un asistente, y en las semanas siguientes carabineros no autorizó nuevas actividades.

Un par de meses después llegó hasta mis oficinas en el desaparecido Diario La Provincia una delegación con dirigentes sociales de todos los pueblos del sector (cuatro o cinco) , quienes me manifestaron su preocupación, porque sin “beneficios” no había recursos para financiar obras y necesitaban convencer a las autoridades de eso.

Finalmente el veto fue levantado y las actividades volvieron a lo mismo: fiestas, bebidas alcohólicas a destajo, y hombres, y adolescentes que se embriagaban.

¿Cuál fue el costo social de esa política de participación vecinal?

La pregunta sin embargo es ¿de que manera la comunidad puede participar en el mejoramiento de la infraestructura de su pueblo o población sin caer en estos vicios?

Porque la alternativa opuesta no es mejor: el asistencialismo. Esa en la que la autoridad de turno, que tiene los recursos económicos, pavimenta, construye multicanchas, levanta sedes sociales, etc para entregárselas listas a los beneficiados. Y todos ganan: los vecinos que tienen sus obras y la autoridad que asegura su reelección y su imagen sonriente apareciendo en la portada de los diarios del día siguiente cortando una cinta.

Ahora el Ministro de Educación Gerardo Varela , con sus desafortunados dichos sobre “Bingos” para financiar obras de reparaciones en colegios, me vuelven a esa época ya superada.

Insisto: ¿como lograr que la comunidad que necesita apoyo para realizar una obra de adelanto pueda participar como una manera de generar más identidad? Eso sin caer en los vicios del pasado o de la actualidad .

M.B.I.

OvalleHoy.cl