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Cambio de gabinete: Una esperanza de transparencia

El reciente cambio de gabinete, demostró que la soberbia gubernamental de un sector de la Nueva Mayoría, intentando consolidar el poder absoluto e implementar reformas no consensuadas, utilizando el método de la “retroexcavadora” y cambiar los cimientos del actual modelo ha sido derrotada por la ciudadanía, que frente a los recientes actos de corrupción pública, tráficos de influencias, nepotismo, etc., se distanció de la clase política experimentando una crisis de confianza en la institucionalidad.

La decisión de la Mandataria representa una derrota para ella, que fue “la gran perdedora”, porque sepultó “la oportunidad histórica de construir la Nueva Mayoría, de hacer reformas estructurales no populistas y de girar fuertemente respecto a la Concertación”. Pero, sin intentar sacar provechos mezquinos, es un deber de toda la clase política, sin distinción alguna, aunar voluntades y a través del diálogo sincero y fecundo, consensuar soluciones que permitan avizorar un futuro de progreso e igualdad de oportunidades para todos.

Esto además refleja,  la ineficacia de su política comunicacional en el último tiempo, que de mutuo propio o por recomendaciones cercanas, pretendió callar, ignorar o negar, situaciones conflictivas incluso de índole familiar sobre las cuales se le consultaba, por lo que es de esperar  que ahora, ya aprendida la lección, mantenga el rumbo que la ciudadanía espera y con la ayuda adecuada y escuchando a todos los actores,  conduzca a la Nación hacia el sitial que se merece.

Aún, cuando existan aprehensiones, por el nombramiento como ministro de Defensa de José Antonio Gómez, quien en calidad de precandidato presidencial el año 2013, se mostró partidario de dar una salida al mar con soberanía a Bolivia, país que reclamando ello como derecho, recurrió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, sobre lo cual debe referirse dicha instancia; y

Con Jorge Insunza (PPD) como ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), que deberá sacar adelante la agenda para la Transparencia y la Probidad en Negocios y Política, derivada del trabajo de la Comisión Engel, dentro de cuyas materias se encuentra lo relacionado con el lobby, ya que desde el año 2011 al 2013, prestó servicios a Imaginacción Consultores, de propiedad de Enrique Correa, una de las empresas de este tipo más importantes del país,  hoy en el ojo del huracán por asesorar a Ponce Lerou en la arista SQM del caso Penta, no cabe hacer juicios a priori, sino el observar con atención como se desarrollan los hechos, hoy en la mira de una ciudadanía más empoderada.

Debe considerarse, que las relaciones logradas por el ministro Insunza en su anterior empleo no son públicas, ya que, por política Imaginaccion no transparenta su cartera de clientes, siendo este un tema preocupante, ya que “al reconocer tener una oficina de lobby, sin transparentar para quiénes se trabaja, existe una relación fantasma”, lo que no permite saber si a la hora de promover o vetar un proyecto de ley, el nuevo titular de la Segpres enfrenta algún conflicto de interés.

Es de esperar, que en aras de la transparencia, sea exigible que las empresas dedicadas al lobby, que intervienen para obtener resultados positivos en el Congreso, informen sobre sus clientes y que servicios les prestan, como también las instituciones del Estado hagan uso adecuado de sus discrecionales derechos, velando porque sobre ellos predomine el derecho de fiscalización, algo que falló en los últimos tiempos y nos llevó a la peor crisis política conocida por el Estado Chileno.

Susana Verdugo Baraona

* La autora es médico pediatra y fue gobernadora de Limarí.

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