Comisión de Educación y Cultura del Senado escuchó a los representantes de recintos de educación preescolar quienes plantearon el escenario que enfrentan y que en el caso de los jardines puede implicar la inminente quiebra del 67% de los establecimientos.
El complejo escenario que enfrentan el sistemas educativos en sus distintos niveles a raíz de la pandemia, es uno de los temas que ha concentrado el trabajo de la Comisión que, en sus últimas sesiones, conoció la situación de los jardines infantiles y las salas cunas tras la suspensión presencial de las clases.
En el caso de los recintos de educación preescolar la situación fue descrita como «agobiante», pues en promedio la mayoría desvinculó al 30% de su personal en marzo, mientras que el 70% se acogió a la ley de protección al empleo. Además, se señaló que el 67% de los recintos se enfrentan a una quiebra inminente entre mayo y agosto de este año, de no mediar un apoyo especial para ellos.
En la sesión de hoy expusieron Kenda Reyes sostenedora y directora del jardín infantil y sala cuna “Mi Mundo” de Valdivia; Ana Ramírez coordinadora de los establecimientos preescolares particulares de esa región; Paulina Pérez y Marcela Olivares.
Todas coincidieron en que enfrentan una crítica situación dado que no pueden abrir desde mediados de marzo, a lo que se sumó que muchos padres decidieron retirar a sus hijos de los establecimientos (retiro formal del 56% de las matrículas).
Señalaron que a la fecha ya han cerrado definitivamente 22 salas cunas y, de no recibir un apoyo especial, el escenario será más complejo aún. En tal sentido, manifestaron que la solución que se ha dado de postular al Fogape sólo les permitiría pagar 3 o 4 meses de arriendo y que quienes han postulado al Sercotec han sido rechazadas.
En lo fundamental, solicitaron un subsidio de emergencia que les permita seguir adelante pues no sólo arrastran la emergencia por la pandemia sino que también los efectos del estallido social. Al respecto, los senadores plantearon la necesidad de realizar una sesión especial para ver este tema y conocer la globalidad del problema que enfrenta la educación parvularia. Por su parte, el Ejecutivo solicitó más tiempo para analizar el tema .
TAMBIEN EN OVALLE LA SITUACION ES MALA… MUY MALA
También en Ovalle la situación de Jardines Infantiles se está haciendo insostenible. “Es mala, muy mala”, se lamenta Jimena Salas, Directora del Jardín Infantil Antuneyen, ubicado en la Villa El Portal.
Explica que en su caso particular ellos en la mañana están haciendo clases con guías de trabajo o con videos interactivos que van subiendo a su fanpage de Facebook. “Pero en la tarde, cuando el Jardín Infantil es particular donde se trabajaría a través de una plataforma Zoom , lo perdimos todo porque aunque tuvimos que hacer una rebaja a la mensualidad de los niños, al estar cerrados los padres no matriculan. Nosotros siempre empezábamos con 3 niños y llegábamos a 18, pero ahora nada”.
“Muchos jardines infantiles ya están muertos: pago de arriendo, pago de agua, pago de luz, teléfono, personal, etc. Hay personal que está sin sueldo desde marzo, la parte económica ha sido muy difícil. Con nosotros trabajaban ocho personas, y ahora solo quedamos cuatro”.
¿Posibilidades de reabrir? Dice que están a la espera de una respuesta del Ministerio de Educación , para hacerlo con todas las medidas de seguridad, autocuidado e higiene. Incluso se ha pensado que en las salas que son para 22 alumnos, tener solo diez, para conservar el distanciamiento social exigido.
Sin embargo están conscientes que los niños a esta edad “solo quieren abrazarse, jugar, sociabilizar, no saben que no se pueden estar acercando a la otra persona porque puede estar contagiada. Entonces es difícil … porque son niños”.
Y la educadora de párvulos, repite no sin desconsuelo, que la situación de los jardines infantiles de la ciudad “Es mala, muy mala”
