No obstante que el defensor de la imputada en la audiencia de control de la detención, alegó que Gendarmería había vulnerado garantías individuales y la intimidad al registrarla manualmente, el juez acogió la legalidad del procedimiento.
Clara Rosa Bacho Cortés, ayer jueves pasadas las 15.00 horas llegó hasta el Centro de Detención Penitenciario de Ovalle para visitar a un hijo que cumple una condena. Pero a las perspicaces funcionarias de gendarmería les llamó la atención que doña Clara Rosa venía más “pechugona” de lo habitual, y decidieron efectuar un registro corporal , pidiéndole se sacara el sostén, donde encontraron nada menos que 23 gramos de marihuana: un “engañito” para su niño, según reconoció posteriormente.
Esto fue lo que no le gustó al defensor Carlos Tello, que en la audiencia de control de detención efectuada hoy en el Juzgado de garantía, pidió al juez de garantía , Luis Muñoz declarar ilegal la detención porque según la jurisprudencia chilena el personal de Gendarmería no está autorizado para efectuar exámenes corporales a quienes ingresan a un recinto penal de visita a familiares porque con eso se vulnera su vida privada e intimidad, afirmando que para eso existen medios tecnológicos.
Sin embargo el juez Muñoz rechazó su petición señalando que ese es un procedimiento habitual de Gendarmería para evitar el ingreso de elementos prohibidos al interior de los penales, como armas, teléfonos celulares, drogas, etc, que puedan afectar la seguridad en el recinto.
Bacho Cortés, de 75 años, domiciliada en la población Capitán Avalos, fue formalizada por el delito de tráfico de drogas en pequeñas cantidades y declarada su prisión preventiva por peligro de fuga, pues tiene una condena anterior por el mismo delito, arriesgando ahora una sentencia efectiva de entre 3 años y un día y los cinco años. Puede recuperar su libertad sin embargo luego del pago de una caución de $ 1 millón, a la espera del cierre de la investigación en un periodo de 90 días.