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Coquimbo, la cesantía y una mirada de futuro

La situación actual de Chile, y particularmente nuestra región se gráfica con una alta cesantía, nuestra comuna debe buscar su propio desarrollo, para lo cual tiene potencialidades, pero, para ello, debe tomar decisiones y buscar una interacción regional, de la cual  hoy carece. Recordemos que la región tiene una tradición agrícola (unida a la criancera), minera y marítimo-portuaria desde los tiempos de la Colonia que siempre han convivido en armonía.

En el aspecto agrícola, relacionados con los problemas de agua, se hace indispensable la reforestación de tierras baldías y, por supuesto, la reconversión (especies de bajo consumo de agua y alta rentabilidad), como ya lo hemos desarrollado en innumerables opiniones anteriores, donde pensamos que con alguna ayuda del Estado se puede potenciar una agroindustria y, esto provocaría puestos de trabajo y asegurar un mercado externo. Nos preocupa que las tierras agrícolas de la comuna se estén derivando para la habitabilidad humana, ya que esto encarecerá a futuro la alimentación básica de los habitantes de esta urbe (cambio de uso de suelo por las autoridades).

Hoy en día, el sector minero, que está pasando por una baja en los precios, nos lleva a plantear que hay que aprovechar las crisis y tomando en cuenta que la zona es de pequeña y mediana minería; se deben flexibilizar las reglamentaciones para que no se paralice la actividad en su totalidad.

Uno de los inconvenientes graves es haber aceptado depender del Paso de Agua Negra para darle vida al puerto, siendo que existe otro Paso Fronterizo, “La Chapetona”, por el Limarí, que sale mucho más rápido y barato y que vigorizaría todo el sector sur de la comuna de Coquimbo y, por ende, a la ciudad propiamente tal.

El puerto actual, con algunos arreglos, a lo más servirá como cabotaje interno, pero para consolidarse como puerto mayor y atender barcos de gran calado y capacidad necesita salir mar afuera, espacio físico (expropiaciones) en la costa, vías férreas y de transportes, más estaciones de transferencia. Pero esa inversión no se va a concretar si es que no hay carga.

Así mismo, se ha visto la intención de destacar el turismo, el cual requiere de infraestructura y de diseño, con la intención de tener una “ruta turística” atractiva, pero pasa por solucionar algunos inconvenientes graves, como por ejemplo, que no sean vertidas aguas sucias al mar, sacar de la comuna el vertedero colapsado para instalar uno de tipo intercomunal concesionado para la explotación de gas, electricidad y abono, entre otras. Para implementar un turismo sustentable, debe rescatarse el patrimonio que tenemos: estadía de Gabriela Mistral, fundición de Guayacán, “La Pampilla”, los Humedales, Barrio Inglés, el tesoro de los piratas, más la potencialidad de los 56 kilómetros de playa, etc.

Esperamos que los que salgan electos tomen algunas de estas propuestas y las impulsen y aquellos que no lo logren, dado que tienen sensibilidad e interés en el desarrollo de la comuna, se integren a organismos preocupados de estas líneas de trabajo, para así, dar un salto en el desarrollo y aquellos que aman este territorio, lo sientan realmente como suyo, lo protejan y lo cuiden como corresponde.

OCTAVIO ÁLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO    

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