InicioultimasOpinión“Cuénteme sus problemas”: el sorprendente emprendimiento de una amiga

“Cuénteme sus problemas”: el sorprendente emprendimiento de una amiga

Una amiga cuenta en Facebook la experiencia con una vecina de su barrio  que cuando ella regresa a casa sale a encontrarla para contar sus problemas. Aunque a veces se hace la desentendida, ella la llama hasta que la obliga a devolverse.

“Cada vez me cuenta un problema diferente: La forma que fue despedida de su trabajo, la mala relación con su hija, lo odiosos que son sus vecinos, lo mal que se portó su marido con ella hasta que lo dejó, sus enfermedades , el dinero que le deben algunas personas. Y así cantidad de cosas”, agrega.

Explica que se trata de una persona relativamente joven y llama la atención la cantidad de asuntos que se le han ido acumulando y que, reflexiona, tal vez no tiene con quien compartirlos.

Mi amiga continúa su camino pensando que tal vez podría instalar un “emprendimiento”.

“Sentarme con una mesa y una silla en la plaza y ESCUCHAR a la gente por unos minutos por unos pocos pesos. Y un letrero que anuncie: Cuénteme sus Problemas. ¿No está mal cierto? «.

Lo cierto es que lo que parece una broma , permite hacer una reflexión al respecto.

Es que en nuestra agitada vida actual , incluso en una ciudad pueblerina como la nuestra, es increíble la cantidad de personas, de todas las edades, profesiones, oficios y estratos sociales, que acumulan problemas y que necesitan desahogarse, descargarlos, en una especie de catarsis . Y no tienen con quien hacerlo.

Claro, dirá usted, para eso están los sicólogos e incluso los psiquiatras, pero estos si bien ayudan por una parte, por la otra crean otro problema con sus tarifas, en momentos en los que la economía está tan deteriorada que los problemas mentales no están entre las prioridades de las personas. Y así es como aumentan exponencialmente los casos de depresiones de todo tipo.

No es por arruinarle el negocio a mi amiga, o a los profesionales,  pero cada uno de nosotros puede ayudar en la solución o  al menos en la mitigación de algunos de estos casos.

Preste atención si en su barrio hay un vecino que parezca necesitar de su hombro para depositar sus problemas, présteselo. Incluso mas, sin que él se lo pida, si lo ve solitario en el jardín de su casa, deténgase un momento para saludarle y conversar con él, tal vez cinco minutos, y ayudarle a descargar esa tensión acumulada. Todos los días un momentico.

Estoy seguro que eso le permitirá continuar mejorando su calidad de vida y, usted reanudará su camino con la satisfacción de haber ayudado. Aunque sea un poquito.

M.B.I.

OvalleHoy.cl