El pasado lunes, se instalaron en la plaza con instrumentos y parlantes para compartir con los ovallinos el mensaje que “Dios es el único salvador”.
La congregación de la Iglesia Evangélica proveniente de la comuna de Cañete, ubicada en la octava región, se trasladó a Ovalle el pasado domingo con el propósito de compartir sus creencias con la comunidad, que se manifestó tolerante ante el sonido de los instrumentos y las plegarias emitidas por los creyentes. Su retorno al Bío Bío será el día de mañana, por lo que durante esta jornada se despidieron, prometiendo regresar.
Son más de cuatro años los que llevan visitando la comuna, como manifestó el pastor Luis Escalona, quien expresó que, “por gracia y misericordia de Dios estamos haciendo misiones acá en Ovalle desde hace 4 años, incluso se abrió una nuevo congregación acá, la cual ubicada en calle la Chimba”.
Escalona, quien señaló sentirse agradecido de los limarinos, agregó que “la primera vez que vinimos la gente no era tan receptiva, pero ahora años después me he dado cuenta que la recepción en cuanto a la prédica, ha sido distinta, ya que las personas están con ánimo de escuchar y de que le escuchen”.
Se trata de un grupo de alrededor 15 hombres, que según explican, “también hay mujeres, pero nosotros nos encargamos las misiones que las mujeres y ancianos no pueden hacer”.
Luis Llanos, a su vez, indicó que, “estamos aquí anunciando a nuestro señor Jesús, porque nuestra tarea es hacer que este lugar conozca a nuestro Dios como nuestro único salvador que no hace diferencias”.
No obstante, las opiniones de los ovallinos son variadas, pese a mostrarse tolerantes con el ruido y la toma del espacio público. Patricia Ossandón, quien transitaba por el lugar, declaró sentirse bien con el mensaje entregado, “me parece bien que estén acá, me gusta escucharlos. Es muy bonito que ellos vengan… Tal vez Dios los envió acá.
Una opinión similar emitió José Luis castillo, quien dijo que, “me parece bien, no me molesta el ruido”. Sin embargo, no a todos les pareció agradable, ya que, como manifestó una joven que prefirió resguardar su identidad, “es molestoso e invasivo, yo preferiría que no estuvieran acá. Ellos debieran estar dentro de su entorno y no en la vía pública”.
Pero las opiniones parecen no limitar la expresión de este grupo de hombres que eligió Ovalle para entregar su mensaje, porque como, explicaron «llegamos acá porque vimos la necesidad de explicar que el dinero no puede saciar nuestras vidas, hay algo mas especial. No es una religión queramos implantar, tampoco estamos obligando a la gente, sino que la idea es que ellos conozcan que hay un Dios maravilloso y que la vida tiene otro sentido».
Paloma Olivares Beltrán.
