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Después de la tormenta, siempre sale el sol

Chile es un país sísmico. Desde el periodo de Pedro Aguirre Cerda con la sola excepción de Patricio  Aylwin, todos los  presidentes  han sufrido al menos un terremoto en el territorio nacional. Ello porque «nos baña» el océano pacífico con toda su colección de placas tectónicas incorporadas.

La noche del 16 de septiembre estaba aún en mi consulta, cuando sentimos como la madre tierra se sacudía con toda la fuerza de la naturaleza, tan difícil de predecir y mucho menos controlar; en ese instante vino como ráfaga a mi mente el sismo destructivo del 14 de octubre de 1997 terremoto que afectó a la Provincia del Limarí, especialmente las comunas de Punitaqui y Ovalle, gobernando al país la Concertación, bajo el mandato del Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, quien demoró 2 días en llegar a la zona afectada; situación que dolió muchísimo a los limarinos y lo más grave fue la determinación de negar su gravedad, demorándose en declararla zona de catástrofe, pero que ante los graves hechos y la presión ciudadana, decide otorgar “prestamos” a los afectados a través del Banco del Estado para reconstruir y reparar las viviendas dañadas. Estos préstamos eran de difícil devolución para un alto porcentaje de familias, lo que motivó cobranzas judiciales con pérdidas del Patrimonio de los damnificados.

Lamentablemente esta conducta de bajar el perfil al problema, ha sido similar con el sismo de Huara de julio del 2005, el de Tocopilla del 2007 y el del 27 de  febrero del 2010, que azotó al centro sur del país, que por la inoperancia y falta de liderazgos de las autoridades, perdiéndose más de 500 vidas sumando en el dolor y angustias a miles de familias.

Este 16 septiembre en vísperas de nuestras Fiestas Patria, sufrimos este terrible terremoto y posterior tsunami que dejó como saldo muertos y decenas de construcciones en el suelo, infinidad de damnificados y un dolor insuperable de las familias de las víctimas, especialmente de aquellos de escasos recursos; sin embargo, hemos aprendido de los errores del pasado, dando las alertas del tsunami a tiempo, permitiendo salvar muchas vidas. Con satisfacción y orgullo pudimos ver la solidaridad de cada uno de todos los que se preocuparon de ir a rescatar y ayudar en el borde costero a nuestros compatriotas, donde hemos visto a nuestros voluntarios de bomberos, carabineros y fuerzas armadas dar el todo por ayudar a los demás.

Este tipo de desastres naturales, no sólo significan pérdidas de vidas, viviendas, fuentes de trabajo y proyectos de vida de años, sino que desnudan una vez más nuestra realidad de desigualdad, donde los que más sufren son los más pobres y personas que viven en zonas alejadas, que se exacerba por su condición social y por vivir en lugares distantes, lo cual hemos constatado por las redes sociales a compatriotas del Peñon, del Coipo, Semita y otros pedir a las autoridades que los visiten y envíen agua; ya que en lo mediático audiovisual están invisibilizados.

Hemos visto gran destrucción en la parte antigua del Hospital de Coquimbo estructura seriamente dañada en terremoto del 97; por lo que respaldo en un 100% lo solicitado por la multigremial por considerarlo justo, necesario y lógico; pero estas legítimas aspiraciones no pueden ser con recursos ya comprometidos con el resto de la red Pública de Salud, como el nuevo Hospital de Ovalle, ya que este debiera comenzar su ejecución en los tiempos comprometidos y no se puede seguir esperando; sino se continuará afectando severamente la Salud Publica Regional teniendo menor cobertura y resolución y así continuaremos con los viajes a Coquimbo y La Serena, con todos los riesgos e inconvenientes que generan a las familias y de paso recargando a dichos hospitales.

El nuevo Hospital de Ovalle con miras a la descentralización y equidad, debiera tener un polo de desarrollo distinto y necesario para la región, como es ser un Centro Oncológico Regional, necesidad urgente y necesaria.

Finalmente invito a todos Uds. sin distinciones de ningún tipo, a levantar Chile, evitando los errores del pasado y no usar esta desgracia como herramienta para mejorar en las encuestas, sino con un verdadero espíritu de servicio público.

Susana Verdugo Baraona

Médico Pediatra y ex Gobernadora de Limarí

OvalleHoy.cl