Cuando Luis Rodrigo Araya recibió desde España la comunicación que confirmaba que su cuento presentado al concurso de la editorial Letras con Arte había quedado entre los finalistas no lo podía creer.
Es que , 45 años, oriundo de El Palqui, Monte Patria y actualmente residente en La Serena, Luis Rodrigo había presentado anteriormente otros cuentos a dos concursos nacionales pero no había tenido mayor fortuna, y, lo reconoce, estaba un poco decepcionado.
Hasta que , hace dos meses, envió uno de sus cuentos a su amigo Carlos Ardiles, profesor y escritor ovallino, y este le respondió de vuelta: «Rodrigo, es un pedazo de cuento… debes enviarlo a ese concurso, y te aseguro quedas al menos seleccionado”.
Y el mismo Ardiles, explica que Araya “escribe muy muy bien (y yo leo bastante). Creo que haber quedado finalista entre más de mil escritores del mundo mundial es un exitazo que los escritores ovallinos no han logrado y es digno de destacar”.
El concurso tenía como tema “Historias de Amor y Desamor” con trabajos reducidos a menos de 400 palabras. “El peso de los siglos” tiene menos de eso, y narra la experiencia de un joven con una mujer bastante mayor que él, a la que desecha por eso mismo a la espera de encontrar en el futuro “el amor de su vida” en una mujer más joven. Amor que nunca llega y él, treinta años mas tarde, recuerda con nostalgia llegando a la conclusión que en realidad ese había sido el amor de su vida, pero no supo advertirlo entonces”. Como dice Ardiles, “un pedazo de cuento”.
El cuento obtuvo la mención como Segundo Finalista, es decir, el tercer lugar de un certamen en el que tomaron parte miles de postulantes de distintos lugares del mundo hispanoparlante.
Ahora su trabajo será incluido en un libro llamado ““Historias de Amor y Desamor”, que incluye a los cuentos finalistas y además de algunos de los trabajos seleccionados entre los recibidos y que será distribuido a través de internet en formato PDF.
“Lo escribí en forma espontánea, sin pensar en mandarlo a un concurso, hasta que el Carlos (Ardiles) me convenció”, agrega el autor. Afirma que tiene otros trabajos, entre ellos una novela inconclusa. “En realidad tengo un montón de cosas en el computador, tengo un montón de libretas con apuntes en mi casa en El Palqui, donde escribo cosas..”
“Una vez envié dos cuentos a concursos en Santiago, una de esas era parte de una historia más larga y la hice cuento: y la otra envié cuentos al concurso “Santiago en Cien Palabras”, pero no tuve respuesta . Ahora la tercera es la vencida”, añade.
Aunque no existe retribución económica de por medio para él, que le apasiona la literatura, es un estímulo, un espaldarazo y reconoce que se emocionó “un montón cuando lo supe”.
“Es que yo nací leyendo, desde chico he leído, es una pasión que me viene de mi padre: la lectura, la visión crítica de las sociedad a través del arte; y por lo mismo he sido muy soberbio en mi modo de ver la literatura y me he mantenido muy lejano de del establishment, pero es un rollo mío. Yo soy del campo-campo y para mí ha sido muy difícil de tener contacto con gente igual a uno. Para la gente con la que me relaciono soy un bicho raro porque no me interesan las mismas cosas , la misma pasión. Tal vez me falta eso, estar en contacto con gente que se dedique a esto”.
Sin duda que este éxito le insuflará confianza en sus condiciones literarias y lo motivará a continuar escribiendo y participando en concursos. Y tal vez en una de esas, nos vuelva a dar una nueva sorpresa.
Porque la narrativa en la provincia del Limarí en los últimos años tiene nuevos y potentes representantes.
M.B.I.
