Pronto concluirá la era Castillo en la comuna de Monte Patria. Más de un cuarto de siglo ha permanecido en el poder el gran caudillo que ha hecho mucho bien y mucho mal en la vida cívica comunal.
Las heridas que deja tardarán en cicatrizar. Que se encarguen de poner de manifiesto las bondades del edil sus paniaguados, camaradas y herederos políticos. Yo, como carenino, me encargaré de apuntar algunos de sus deméritos.
1. Jotacé nunca tuvo la deferencia de representar (sólo representar, no digo abogar o defender) los intereses del pueblo de Carén ante instancias gubernamentales como el Ministerio de Obras Públicas.
¿Quién, sino él, pudo haber representado a los careninos ante dicho ministerio? Quizás no pudo representar a los vecinos, porque nunca se dignó a tomarles parecer sobre el trazado de la carretera. Tampoco tuvo la deferencia de avisarles (sólo eso, nada más) sobre la canalización de las aguas del río Grande frente al poblado.
El hecho concreto es que los careninos fueron ignorados y pisoteados por las decisiones unilaterales del MOP. ¿Ellas se hicieron operativas con la venia tácita —o quizás explícita— del jefe comunal? Y si no fue así, ¿por qué no lo manifestó públicamente en su debido momento? En todo caso, el daño ya está hecho y es difícilmente reversible.
2. Jotacé nunca se preocupó de manera sistemática del aseo y ornato del pueblo. Las aguas servidas escurren por la vía pública, los ductos de evacuación permanecen obstruidos durante meses, la basura se acumula en la calle, las veredas están desde hace años en pésimo estado.
¿Qué hizo Jotacé, en un cuarto de siglo, en materia de aseo y ornato por Carén? Tampoco se preocupó de los aspectos sanitarios. Localidades más pequeñas que Carén (como Las Ramadas y La Tranquita) cuentan con red alcantarillado; Carén, no. ¿Qué racionalidad subyace en la decisión del alcalde de alentar proyectos de alcantarillado en localidades que tienen un menor volumen de población?
3. Jotacé nunca comprendió los problemas de seguridad del pueblo de Carén y, según los indicios, de toda la comuna. Si los hubiese comprendido, hubiera tomado las medidas oportunas y las conductas delictivas no serían motivo de preocupación tanto para los careninos como para los montepatrinos, en general.
¿Cuántos homicidios se perpetraron en la comuna de Monte Patria en la era Castillo? ¿Cuántos hurtos y robos se cometieron en el mismo período? ¿Se preguntó el alcalde, alguna vez, por qué los delitos no suelen denunciarse?
Bien se podría concluir, a partir de los anteriormente expuesto, que Jotacé no tiene meridianamente claro qué es una comunidad, pese a que es democratacristiano. Toda indica que nunca vio a Carén como una comunidad. Quizás no lo podía ver así, porque no tenía el concepto.
En todo caso, el hecho concreto es que Carén se fue degradando como comunidad a medida que pasaban los años de la era Castillo.
Luis Oro Tapia
Politólogo
