Los efectos de placer y angustia que mezcla esta droga generan grandes daños en la sociedad chilena.
Para el año 2016 un 0,8% de la población de la región de Coquimbo presenta consumo de pasta base. Es decir cerca de 7540 hombres y mujeres que viven la adicción de una de las drogas más difíciles.
Cuando se fuma pasta base, el efecto es rápido e intenso (se demoran entre 8 y 40 segundos en aparecer y dura sólo unos minutos). Luego viene una etapa de disforia en la que se generan grandes angustias, depresión e inseguridad. Deseo incontenible de seguir fumando, tristeza, apatía, indiferencia sexual.
Los traficantes de esta droga tienen un negocio asegurado a buen precio que alcanzan para duplicar sus ganancias en una población que no puede despegarse de la adicción y comienzan a tener terribles consecuencias.
El consumo de PBC puede provocar sicosis o pérdida del contacto con la realidad, la que puede darse después de varios días o semanas de fumar con frecuencia y durar semanas o meses. Las alucinaciones pueden ser visuales, auditivas, olfatorias o cutáneas.
La PBC es una sustancia muy adictiva. Esto porque la excitación y el bienestar que provoca son muy breves, lo que se acompaña inmediatamente de una fuerte sensación de angustia. Y evitarla es el motivo para seguir consumiendo PBC.
Salvo en casos muy extremos, la mayor parte de estos síntomas son reversibles con una abstención total y un tratamiento adecuado.