El anuncio de la presidenta Michelle Bachelet del proyecto que elimina el 5% de la cotización de salud a los pensionados mayores de 65 años es una ayuda que todo jubilado, sin duda, agradeció. Sin embargo, aunque la idea del ejecutivo es avanzar progresivamente hacia un mejoramiento de las condiciones de las personas mayores, en Chile aún estamos lejanos para que las políticas de salud para el adulto mayor sean suficientes.
Existe sólo un Instituto Geriátrico en el país y los hospitales no cuentan, en su gran mayoría, con Unidades de Geriatría o equipos multidisciplinarios que realicen la Valoración Geriátrica Integral a la persona mayor que ingresa o es dada de alta. Por su parte, en la Atención Primaria el sistema telefónico de toma de horas para los controles no funciona tan bien como debería y la cobertura del Examen Preventivo del Adulto Mayor aún es baja.
Es importante que la difusión de las políticas llegue a todos los sectores, de tal manera que las personas mayores estén conscientes de que son sujetos de derecho y que tienen la posibilidad de exigirlos.
Aun así, es valorable la iniciativa de suprimir el porcentaje de cotización en salud para los jubilados, así como lo es también el proyecto de ley para implementar 14 Establecimientos de Larga Estadía y Centros Diurnos para Adultos Mayores, entre otros puntos. Pero dado el enorme requerimiento de la población mayor y sus familias, ésta puede ser tomada por los beneficiarios en su mérito actual: tan solo como un granito de arena.
Por Bernardo Morales Catalán.
Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Central