Hace algún tiempo un medio de comunicación de la Región, en conjunto con otras entidades, realizaron una encuesta, la cual tenía como objetivo identificar las principales percepciones y valores de la opinión pública respecto a la Región.
De ella se pudo desprender que la delincuencia, la sequía, la salud y el desempleo fueron los temas que más preocupaban a la Región, siendo éste último al que precisamente me quiero referir.
El año pasado, en su último trimestre móvil(octubre, noviembre y diciembre), nuestra Región fue la zona del país con el más alto número de desempleo; el cual vio aumentada su tasa de desocupación en un 1,4% en comparación con el mismo trimestre del año anterior; es decir, que entre el último trimestre de los años 2016 y 2017 la desocupación aumentó de un 6,9% a un 8,3% y todo esto a raíz de la negligente administración de los recursos públicos y de andar más preocupados de proyectos y gustitos personales que de las reales necesidades de las personas como es por ejemplo que no se desincentive la inversión, sino al contrario, pues ésta ayuda a la generación de empleos y a evitar desaceleraciones en la economía.
La administración anterior, no estaba en “sintonía” con las verdaderas necesidades de las personas y pues mientras tramitaba reformas improvisadas como la Tributaria o la Laboral, en nuestra Región se perdían miles de empleos y sus habitantes para lidiar y sobrellevar de mejor manera ésta cesantía comenzaron a auto gestionar su propia fuente laboral, creando trabajos por su cuenta, llegando a crearse en nuestra Región más de 11 mil empleos el año 2017.
Lo cual no es un buen indicativo, pues que aumente la creación de empleos por cuenta propia, denota en que la calidad de los puestos de trabajo, han sufrido un deterioro grave, sostenido y de baja calidad. Afortunadamente el empleo por cuenta propia “va en franca retirada”, puesto que las personas están pudiendo acceder a empleos formales, los cuales les otorgan una mayor y mejor protección social a los trabajadores.
Si bien es cierto que el último Imacec de septiembre, “exaltó” las pasiones políticas de la actual oposición, insinuando que en la administración anterior estábamos mejor no es menos cierto que, a éstos pareciera olvidárseles que éstos se vieron obligados en expandir el empleo público para no sufrir severos deteriores en la tasa de desempleo, el cual como todos sabemos que primero, éste no es sostenible en el mediano plazo por su contribución al déficit fiscal y su consecuente emisión de deuda pública y segundo, que durante la administración Bachelet, para “mantener a raya” el desempleo expandió peligrosamente la deuda pública desde 30 billones de dólares a 70 billones de dólares. Lo que por lógicas razones obligó a la actual administración a implementar un plan de ajuste fiscal.
Por otra parte, hay una gran diferencia entre la calidad del empleo en que se podía optar en la administración anterior y entre el que se puede optar hoy en día, pues la actual administración, está día a día trabajando arduamente en proporcionarles a todos los trabajadores más y mejores empleos y sobretodo en proporcionarles una mejora sostenida en la calidad y creación de puestos de trabajos.
Además de los factores antes señalados, ha habido un cambio no menor en el mercado laboral, en donde se ha aumentado muchísimo la demanda versus la oferta que existe, todo a raíz de la creciente llegada de extranjeros en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias; lo que por lógicas razones pone a prueba cualquier plan de creación de empleos.
Por lo mismo, es fundamental que se aprueben los proyectos que ha presentado el Poder Ejecutivo como son el de Sala Cuna Universal de Mujeres Trabajadoras, el cual contempla que más de 200 mil mujeres se incorporen al mundo laboral y el de Trabajo a Distancia, que podría generar 100 mil empleos, según las estimaciones realizadas por los expertos. Puesto que contribuirían a generar mejores condiciones y calidad de vida en miles de familias. La aprobación de estos proyectos es primordial, así como lo fue en su momento la aprobación del Contrato Especial para Jóvenes Estudiantes, el cual llegó afortunadamente a buen puerto.
Esperemos que nuestros representantes, voten a conciencia y que voten por lo que es mejor para la ciudadanía y no voten en contra de lo que puede ayudar a que sigamos construyendo un Chile más justo más solidario, más inclusivo y más eficiente.
Susana Verdugo Baraona