En los últimos días se ha podido observar el interés de las empresas comerciales que operan en el Open Mall de Ovalle por hacer más atractivo ese recinto para sus clientes: Árbol de Navidad, Papá Noel, actividades recreativas, de deportes, que invitan al público a visitarlo.
Eso no obstante las carencias de tiendas o marcas que, según los usuarios, aún persisten y podrían hacer aún más atractiva la oferta comercial.
Cuando el mall de Ovalle comenzó a ser una realidad fueron no pocos los comerciantes de la ciudad y/o representantes de tiendas foráneas del centro que temieron que el eje comercial de la ciudad se trasladara hacia el sector oriente, causando pérdidas al comercio tradicional, en especial a pequeños empresarios que mantienen con dificultad sus negocios, en una lucha desigual contra las grandes empresas que llegan desde afuera y esa “mancha voraz” que es el comercio ambulante.
Es por eso que se observó con esperanza que la llegada de una empresa como Almacenes Paris, y la apertura de un gran centro comercial e la esquina de Vicuña Mackenna y Ariztía, vendría a equilibrar la oferta comercial, invitando a los cliente a permanecer en el centro, con los beneficios que eso entrañaría para todo el sector.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre por el Open Mall, que en fiestas como la Navidad y Año Nuevo se preocupan de hacer más atractivo el recinto, las empresas del Paseo Peatonal no muestran el mismo espíritu. De hecho, como se dice en la jerga tradicional, “cada una mata su toro”, se preocupan de su metro cuadrado, pero sin ocuparse del conjunto. O al contrario, parecieran hacer esfuerzos al contrario, como por ejemplo aumentando la contaminación acústica en la creencia torpe que eso hará más atractivos sus locales.
Y los atractivos que ofrece el paseo en estas fechas se limitan a lo que hace el municipio para iluminar los postes, limpieza del piso, retiro de comercio ambulante, o los ornamentos individuales que ofrece cada vitrina.
¿Pero, por ejemplo, Viejos Pascueros paseando por el lugar, trineos, arboles navideños, eventos o espectáculos, iniciativa de los empresarios, que inviten a la familia a llegar hasta el lugar? ¡Nada!.¡NADA!
Se nos ocurre que esa iniciativa de motivar a los comerciantes a hacer una labor conjunta con el propósito de agregar un «plus» al paseo en fechas como esta, debería nacer desde el Municipio y de la Cámara de Comercio. Reunir a los encargados para incentivarlos a hacer un aporte proporcional, que permita convertir el centro comercial de Vicuña Mackenna en un lugar especial de reunión para los ovallinos y para los visitantes.
Es una tarea pendiente que alguien debería asumir. Aunque no falte el que se asombre de nuestra ingenuidad: ¿Es que todavía crees en el Viejito Pascuero, ah?, nos dirán.
M.B.I.
