Y para ese 3 de diciembre la policía, y ministerio público estarían preparando la torta con la que celebrarán que finalmente podrán acusarlo y ponerlo entre rejas sin escudarse en su condición de menor de edad.
Esta semana R.M. F.O, 17 años, ha estado al menos dos veces en el juzgado de Garantía enfrentando distintas acusaciones.
Es más, ya tiene acumuladas en los últimos meses 22 (Sí, leyó bien. VEINTIDOS) comparecencias en el tribunal ovallino, de las que nueve han sido en el último mes de octubre. Estas van desde hurtos, robo en vehículos, robos en lugares no habitados, receptación, etc.
Y en todas esas oportunidades, por su condición de menor de edad, ha recibido sentencias leves que le permiten continuar con su carrera delictual, tal vez en la creencia que eso se prolongará de manera indefinida.
Pero no. El 3 de diciembre próximo cumplirá los 18 años y desde entonces ante cualquier infracción de la ley, recibirá el trato de un adulto responsable de sus actos: lo que incluye que debe pagar sus fechorías con sentencias de privación de libertad, lo que permitirá descansar tranquilos a los habitantes de la ciudad al menos durante unos meses o años. Y los medios de comunicación podremos dar a conocer su identidad.
Es por esto la preocupación por fabricar una torta en la que no van a faltar las ofertas para agregar velas y hasta el champaña.
