InicioOpiniónEditorial¡¡¡Felices 191 años de vida, Ovalle Querido!!!

¡¡¡Felices 191 años de vida, Ovalle Querido!!!

Hacemos un recorrido por los primeros años de la Villa de Ovalle, sus dos Primeros Alcaldes (sí, Ovalle tuvo dos primeros alcaldes), el rol de doña Micaela Campos y Gaviño, para RECORDAR, palabra que significa «volver a pasar por el corazón», y evocar a quienes forjaron esta tierra y proyectarla a sus 200 años de vida.

La Asamblea Provincial de Coquimbo, presidida en 1831 por don Jorge Edwards, decide crear una villa en el valle del Limarí, donde se asentaran autoridades que promovieran el progreso de ese abandonado sector. 

Dicha población debía ubicarse en algún punto equidistante entre Combarbalá y La Serena y entre la cordillera y el mar. Tras descartarse la aldea de Sotaquí y San Antonio del Mar, para molestia de sus vecinos, la asamblea  resolvió utilizar para ello terrenos ofrecidos por doña Micaela Campos y su esposo, el ciudadano inglés, Juan Antonio Perri , en el sector de Tuquí.

La decisión  fue tomada el 21 de abril de 1831 , aunque el decreto de fundación se firmó al día siguiente. La nueva villa llevaría el nombre del recién fallecido presidente de la República, don José Tomás Ovalle Bezanilla.

El acta de fundación de la villa decía lo siguiente:

Foto: Acta de Fundación (archivo OvalleHOY)

La Serena, 22 de Abril de 1831.
La Asamblea considerando que entre la villa Combarbalá y la capital de la provincia hay una población de más de treinta mil habitantes esparcidas a largas distancias, que viven en el más deplorable estado de ignorancia, careciendo en absoluto de los beneficios de la región en cuanto a religión, hallándose en la necesidad de sufrir toda clase de vejaciones de los propietarios por estar distantes las autoridades que deben defenderlos y aún a ser víctimas de los más perjudiciales monopolios, ha acordado lo siguiente:
1.- Créase una villa en el lugar llamado Tuquí, cuyo terreno será de cuarenta cuadras que deben comprar los pobladores por el precio que puedan convenir con los dueños de la hacienda, de lo contrario se tasarán y no pasarán los precios del diez por ciento de su legítimo valor.
2.- El intendente nombrará interinamente un Gobernador local, dos Alcaldes y un Procurador para que estudien los asuntos urgentes y un Director para que en consorcio, hagan las demarcaciones del terreno, sujetas a la aprobación del ejecutivo provincial.
3.- El departamento se extenderá por el norte hasta la cuesta llamada de Peralta o Las Cardas; por el sur deslindará con la línea divisoria de Combarbalá; por el oriente con la cordillera hasta la línea divisoria con Elqui; y por el poniente con el mar.
4.- Las asignaciones que gozará este pueblo, serán las mismas que disfrutan los de igual clase de la provincia, contando desde su implementación en cuanto lo permitan su localidad y otras circunstancias.
5.- En memoria de los importantes servicios prestados a la nación por el finado Vice Presidente de la República, el pueblo tendrá el nombre de Villa Ovalle.
6.- Comuníquese a la intendencia para los fines expresados. Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento, asegurándose las consideraciones de mi mayor respeto.
Jorge Edwards – Presidente
Diputado José Santiago Rodríguez – Secretario

DECRETO

El decreto del Gobierno provincial que dispuso la creación de la nueva villa de Ovalle, resolvió así mismo, instalar allí conjuntamente gobernación y municipio, designando un Gobernador, que a su vez fue parte del Cabildo y a dos alcaldes y un Procurador.

El agricultor, don José Francisco Pizarro fue el primer gobernador que tuvo el nuevo departamento. Lincoyán Rojas Peñaranda, periodista e investigador local, lo describe como “un  caballero de edad avanzada que residía en Monte Patria donde poseía un fundo. Pertenecía también desde 1814 al cabildo de La Serena. También tenía el título honorífico de  pertenecer a la Santa Hermandad».

«La tarea fue muy compleja y difícil – agrega Rojas Peñaranda –  ya que le correspondió ordenar el nacimiento de una villa que no tenía nada. José Francisco Pizarro fue gobernador hasta 1834, su sucesor fue Mariano Ariztía”.

DOS ALCALDES

Francisco Javier Valdivia Gerard, fue uno de los dos primeros alcaldes que tuvo la naciente villa de Ovalle. Nació en Andacollo, fue dueño de la hacienda Tabaqueros, tradicional propiedad de la familia en el valle de Samo Alto, actual Río Hurtado. Se casó el 18 de octubre de 1818 en Barraza con su parienta Josefa Cortés Gutierrez, hija legítima de  José Lucas Cortés y de Dolores Gutiérrez Valdivia.

Doña Josefa aportó al matrimonio las estancias de Romeral, Salala, Corral Quemado, Totoral, Ramadilla, Quebrada seca, La Torre y la mina de cobre Guías, en el mineral de Tamaya, en el departamento de Ovalle. Esta distinguida dama falleció el 9 de diciembre de 1878, a la edad de 78 años. Su marido, don Francisco Javier, había fallecido, también un mes de diciembre, pero de 1848, de manera repentina en Santiago.

El otro primer alcalde de Ovalle fue Silvestre Aguirre Guerrero, quien posteriormente en 1848 sería gobernador. Casado con Candelaria Campos Gaviño, tuvo por hijos a Vicente, Concepción, Tránsito, Carmen, Victoria, Rosalía, y Manuela.

EL PROCURADOR URMENETA

Junto con los anteriores el Gobierno Provincial nombró como Procurador a un joven José Tomás Urmeneta García-Abello. Urmeneta nació en Santiago el 8 de octubre de 1808. Fue el primogénito del matrimonio conformado por Tomás Ignacio Urmeneta Guerra y Manuela García-Abello Pizarro, que tuvo un total de 7 hijos.

En 1823, después de sus primeros años de estudios básicos, José Tomás fue enviado a un colegio mercantil en Rhode Island, Estados Unidos, graduándose en Leyes y Artes en la Universidad de Brown. En 1827 regresó a Chile con 19 años y una sólida educación inglesa y de Economía moderna. El joven José Tomás se unió a la sociedad comercial organizada por Francisco Javier Urmeneta García con Manuel Hipólito Riesco y José María Sánchez, pero la empresa no prosperó. Se trasladó entonces a Londres, de donde volvió en 1831.

Don José Tomas Urmeneta.

Ese mismo año, a la edad  de 25 años llegó a Sotaquí como administrador de un fundo de su cuñado Mariano Ariztía. Al crearse la Villa de Ovalle en 1831 y designarse sus primeras autoridades, el Intendente de Coquimbo, José María Benavente, lo nominó Procurador. El 7 de junio de 1832 se casó con Carmen Quiroga y Darrigrande.

Se incorporó a la minería del cobre a mediados de la década 1830 y gracias a esta actividad se hizo millonario. En la década de 1870, llegó a convertirse en un exitoso empresario, caracterizado por la diversidad de sus inversiones. No dudó en hipotecar su fortuna para conseguir sus proyectos: en la modernización minera, en el área financiera, en la industrial y en la de bienes raíces urbanos y rurales.

También fue parlamentario -diputado por Ovalle (1846-1849), diputado por   Elqui (1852-1855). Falleció el 20 de octubre de 1878, en Limache. Los ovallinos le reprochan sin embargo que lo único que quedó en Ovalle de la gran fortuna de Urmeneta  es la pileta de la Plaza de Armas.

DOÑA MICAELA CAMPOS Y GAVIÑO

Nació doña Micaela en la ciudad de La Serena el 28 de noviembre de 1796 y bautizada como María Micaela, al día siguiente de su nacimiento, en la iglesia parroquial El Sagrario de dicha ciudad.

Figuran como sus padres en el acta de nacimiento  don José María Campos y Galleguillos y doña Dolores Gabiño y Rojas. La apadrinaron en la pila bautismal el Dr. Don Gaspar Marín y su hermana doña Juana Marín.

A los veintiún años cumplidos, el día  31 de julio de 1818, realiza la ceremonia sacramental de matrimonio en la iglesia parroquial de San Antonio del Mar de Barraza con don Juan Antonio Perry, natural de la ciudad de Shospshire, Reino de Inglaterra, hijo legítimo de don Felipe Tomás Perry y de doña María Perry.

Dice el acta de matrimonio de esa fecha:
“En la iglesia Parroquial de San Antonio de Barraza en 31 d días del mes de julio de mil ochocientos diez y ocho años, corrido las tres proclamas, casé y no velé a don Juan Perri, natural de la ciudad de Zitafoox Reino de Inglaterra y residente en esta doctrina el tiempo de seis a siete meses, hijo legímio de don José Thomas Perri con doña María Perri, con doña Micaela Campos, natural de esta doctrina, hija legítima de don José María Campos y de doña Dolores Gaviño, siendo presente por testigos don Antonio Contador y doña Bernardina Campos y Gabiño, de que doy fe”. Firmado Felipe fco. Acuña, Cura y Vicario.

El padre de la novia, don José Maria Campos y Galleguillos, al testar en Ovalle el año 1829, declara que cuando casó a su hija doña Micaela con el irlandés (sic) don Juan Antonio Perry, le dio en dote una hijuela de tierras de su hacienda de Tuquì, más la ropa de ajuar y alhajas. Parte de estas tierras doña Micaela las donaría para levantar la nueva Villa de Ovalle.

Fueron hijos de este matrimonio: Doña Rita, don Manuel, don Tadeo y doña Antonina Perry Campos. Luego de una larga y santa vida, falleció doña Micaela de 87 años, en Ovalle el 3 de abril de 1884.

Por Equipo OvalleHOY

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