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Gracias por ser el tesoro más grande que Dios nos ha entregado

Dios cuando creó a la mujer la dotó de muchas capacidades, sobretodo de una coraza que no se doblega ante nada en la vida, un sexto sentido que las hace muchas veces percibir que algo malo ocurre en sus hijos, no se cansa ante ninguna situación y no hay obstáculos cuando se trata de defender a sus hijos o sacarlos adelante.

Para ella nada es imposible, pues puede pasar horas y horas sin dormir para brindar cercanía, es tanta su preocupación que se olvida de sí misma.

Desde que se produce la concepción muchas madres han ido moldeando a sus amados hijos(as) con la dulzura del amor, en la cual ponen todas sus capacidades para cuidar lo que llevan dentro de su vientre, en cada mujer embarazada hay una mirada de esperanza, de alegría por ser bendecidas por Dios.

Al pasar el tiempo y teniendo a su hijo(a) en sus brazos se van entrelazando sensaciones diversas, ya que en ello pone todo lo que puede entregar, muchas veces significa doblegar los esfuerzos. En cada madre hay algo hermoso, esa comunicación que establece con su hijo(a) desde que lo lleva en su vientre y luego más tarde con el correr de los años siempre va  tratando de hacer las cosas en silencio, en ocasiones postergándose como mujer, pero en la intimidad de su ser agradecida, aunque muchas veces sus esfuerzos no son reconocidos, pero es capaz de sufrir en silencio todas las incomprensiones.

Ponte a pensar, lo que tú eres hoy en día ha sido porque tu madre sin esperar recompensas te ha dado la vida, pero más allá, todas sus capacidades para que seas un hombre o una mujer de bien.

Ella se conforma con tan poco; si tienes tu madre corre a abrazarla, besarla y regálale una palabra, un  gesto hermoso, agradécele lo que eres como persona pero enmárcale que la amas. En este día, que no sólo sugiere un mirar o un recordar, sino más bien un deseo de esperanza por tanta mujer, que cada día regala toda su abnegación, todo su amor, todo su esfuerzo, toda su dulzura, toda su vida.

Que no sólo sea este día algo especial, sino que siempre sean bendecidas por Dios y de sobremanera reconocer su alegría por acompañar, por su trabajo, por estar siempre al lado de los que aman y sobretodo su amor.

 Creo que pensar en un regalo seria demasiado pequeño porque desde siempre, debería la vida darte obsequios de comprensión y de protección.

No solo es un deseo sino de verdad un compromiso de saber respetarte, de amarte, pero darle gracias a Dios por que en ti puso lo más preciado de la vida esa fineza que es tu ternura y ese don de ser madre.

Cuando uno pierde a su madre queda con un vacío que es muy difícil de llenar porque muchas veces no supimos sobrevalorar lo que ella entregó, y al recordarla brota una lagrima de entre las mejillas del tesoro que Dios regala a cada hijo(a) si no la tienes haz una oración agradeciendo a esa humilde persona lo maravillosa que fue en tu vida.

Gracias por ser el tesoro más grande que Dios les ha entregado a las familias.

Gracias por que cada día tu sacrificio hace feliz a tantas personas.

Gracias por brindar con tu mano amiga y tu sonrisa una esperanza de luz entre tanta oscuridad.

Gracias por saber transmitir el amor y saber contagiar con tu sonrisa.

Gracias por el compartir y el tesoro que es tu presencia en la vida.

Que este día sea muy especial para ti sabiéndote amada y bendecida por Dios.

                                                                            Hugo Ramírez Cordova.

OvalleHoy.cl