El recinto comunitario costó 27 millones de pesos al municipio de Ovalle.
Más de una década tuvieron que esperar los vecinos de Lagunillas para contar con un recinto comunitario en óptimas condiciones, para sus actividades recreativas y vecinales.
Esto se logró, gracias a la inversión que realizó el municipio de Ovalle, con recursos propios, por un monto de 27 millones de pesos. Esta inyección de dineros sirvió para las obras de mejoramiento y remodelación de la sede social de la localidad, que se encontraba en precarias condiciones.
“No estábamos cómodos acá, no podíamos hacer nuestras actividades porque la sede estaba en malas condiciones y necesitábamos un recinto nuevo” sostuvo la presidenta de la junta de vecinos de Lagunillas, Jacqueline Montalván. La dirigente agregó que ahora “no tendremos problemas, para recibir a las delegaciones que nos visitan de otras partes del país, como los trabajadores de Chuquicamata que vienen todos los años y también podremos ocupar estas dependencias para la ronda médica, que mensualmente atiende a nuestros vecinos, por eso estamos muy agradecidos del alcalde y del municipio, porque hicieron un compromiso con nosotros y lo cumplieron”.
La ceremonia inaugural se llevó a cabo en el nuevo recinto y contó con la presencia del alcalde Claudio Rentería, miembros del concejo municipal y vecinos del sector, quienes se mostraron felices por la concreción de esta obra. El jefe comunal indicó que uno de los sellos de la administración municipal ha sido “invertir recursos propios del municipio en obras sociales que permitan mejorar la calidad de vida de los vecinos. Los habitantes de Lagunillas necesitaban esta sede y nosotros, a través de nuestros profesionales hicimos realidad este anhelo y estamos felices de que hoy tengan todo lo necesario, para sus reuniones y actividades”.
El recinto cuenta con un amplio salón y un área de cocina con moderno mobiliario, con techumbre nueva y piso de cerámica. El alcalde Claudio Rentería, como es tradición, le hizo entrega a la presidenta de la junta de vecinos de un cuadro con fotografías del “antes y después” del recinto comunitario.
La jornada concluyó con el descubrimiento de una placa recordatoria y el tradicional corte de cinta.
