InicioOpiniónBlogs / ColumnasInjusticia y vulneración de derechos Laborales

Injusticia y vulneración de derechos Laborales

Durante los últimos años el Estado ha invertido millones en la capacitación de docentes directivos y técnicos pedagógicos con el Plan de Formación de Directores bajo la premisa que el liderazgo directivo  al interior de los establecimientos educacionales hace la diferencia entre un establecimiento que mejora continuamente y los que no lo hacen.  Por lo demás, eso es una realidad  comprobada.

Muchos docentes se han capacitamos a través de ese Plan – y obviamente durante  su vida  profesional – para, en algún momento, poder postular por Alta Dirección Pública a concursos para llegar a ser directores/as en los establecimientos educacionales de nuestro país, aunque contradictoriamente esta capacitación no es una condición sine qua non para postular a concurso público.   Sin embargo,  un gran número de docentes en funciones técnico pedagógicas  se han visto afectados/as   de manera no menor  con la Ley de Carrera Docente, con la cual han quedado fuera de todo proceso y beneficio que esta pudiese establecer. Esto ha significado un detrimento sustancial en el derecho que tienen todos quienes ejercen ese tipo de labores educativas a aspirar a un crecimiento y desarrollo profesional , así como lo han tenido los docentes de aula.

Con los Jefes de Unidades Técnicas Pedagógicas, Orientadores, Evaluadores que no se han evaluado por las mismas razones contractuales que implica el cargo, se ha cometido una gran injusticia y un abismante abandono de parte del Estado y de los demás actores de la educación  chilena.  Para quienes deseen postular por Alta Dirección Pública deben estar encasillados al menos en el tramo profesional AVANZADO. Cabe señalar que  al momento del encasillamiento , los directores  que quizás no se habían evaluado, por ley se les encasilló automáticamente como Avanzados, sin embargo, a los otros integrantes del equipo directivo y técnico pedagógico que no tenían evaluación docente, no se les encasilló.

Al momento de postular quedan automáticamente fuera de toda posibilidad debido al requisito indispensable de estar encasillado como AVANZADO, lapidando cualquier intento de mejoramiento o superación profesional y tirando a la basura  las expectativas laborales y económicas a la cual todo ciudadano/a tiene el derecho inalienable de aspirar. Esta injusta realidad afecta además a los profesionales técnicos pedagógicos de colegios particulares subvencionados que fueron becados tomando en cuenta que recién el 2018 los docentes de ese sector educativo comenzaron a ser evaluados. 

Lo que es peor, y más injusto aun, se les permite a otros profesionales que ejerzan labores educativas postular sin estar “encasillados” y aunque se entiende perfectamente desde la perspectivas de  la evaluación para docentes, esa posibilidad no deja de ser injusta y arbitraria. Es más, para los profesores/as bien evaluados/as el aumento de sueldo es una justa recompensa a sus esfuerzos, incluso hay docentes más jóvenes que ganan más que un/a Jefe/a de  UTP que también lleva años  luchando y trabajando por y para la educación pública. ¿Les parece justo? Entendemos que las responsabilidades son diferentes,  es verdad, pero son  los equipos directivos y técnicos pedagógicos quienes  se llevan siempre el peso de todo lo que ocurre al interior de un establecimiento educacional. En términos de remuneraciones, también han cometido una aberrante injusticia.

¿Quién veló porque esta injusticia no se cometiera? El MINEDUC, no; El CPEIP,  no; el Colegio de Profesores tampoco, los políticos,  que no tienen la más mínima idea del Educere y el Educare , menos. ¿Por qué se permite  discriminar arbitrariamente? ¿Qué razón lógica justifica el no dejar ser parte de los procesos de ADP? ¿Permite esto la Contraloría o los Tribunales?

El CPEIP ha manifestado que existe “un borrador de proyecto de ley de carrera directiva”, pero  sabemos que ese borrador puede tardar años en convertirse en oficial; no esperaremos años pues  históricamente la aprobación de una ley  puede dormir casi  eternamente, sobre todo si esa ley no va a beneficiar a los de siempre.

Querer mejorar la educación pública es como un virus que se anquilosa en el alma, muy difícil de sacar y aunque objetivamente hay que estar “medio loco/a” para desear ser Director/a de un colegio por todo lo que ese cargo conlleva pues, por mucho que el discurso  sea “todos al aula” las demandas administrativas de parte del MINEDUC y de los sostenedores es infinita, ese virus es más fuerte. Aun así hago esta declaración en pos de todos aquellos quienes están en la condición ya descrita, a todas luces, una  condición injusta , arbitraria y discriminatoria para quienes están día a día intentando que niños niñas y jóvenes tengan más  oportunidades de  ser mejores personas, de ser profesionales , incluso de salir del círculo vicioso de la pobreza; esto es  un grito de lucha en nombre de quienes hacen patria de verdad, de aquellos que día a día dejan la vida, sus esfuerzos, su experiencia y sus capacidades en los colegios, escuelas y liceos en pos de una  mejor educación pública.

Por ellos es necesario  visibilizar esta injusticia que  vulnera sin miramientos  los derechos más fundamentales. Alguien tiene que responder por ello.

K Ardiles Irarrázabal

Columnista

OvalleHoy.cl