El jueves 6 de agosto publicamos la denuncia de un conductor por la intervención realizada en la entrada norte de Ovalle. Director de Obras Municipales efectúa algunas aclaraciones.
La denuncia afirma que en ese sector está siendo construido un edificio de altura y frente a este, ha sido intervenida la calzada creando algo que se convierte en un “cuello de botella” en horas punta.
“El conductor que llega desde el norte por la ruta D- 43 viene a una velocidad que se lo permite el estatus de la ruta, pero de pronto se encuentra con esta intervención que estrecha la ruta, cuando ingresa a la zona urbana”, dice.
Y agrega que lo más peligroso es la construcción de una especie de “isla” entre las dos pistas, lo que contribuye a estrechar aún más la ruta y a crear el cuello de botella.
La nota fue leída en pocas horas por mas de 40 mil personas (quizás un record en los últimos meses) y con mas de 70 comentarios que, en su mayoría coinciden en la validez de la denuncia.
Los cuestionamientos apuntan a la estrechez de la vía, a la inadecuada señalización, mala iluminación, y a que la empresa que construye el edificio ubicado al costado norte, no se corrió los dos metros que debió hacer hacia el interior .
Por ejemplo Mauricio Lopez asegura: “Cero proyección de futuro, al igual que la costanera, porque no algo de ciudad más grande, sino implementan cosas de un pueblo… Señales de tránsito una al lado de otra, curvas, angostamientos de pista, etc. Todo mal ahí… Además de la salida de puertas del sol, salida hacia comuna de hurtado, en realidad alguien no está tomando buenas decisiones”.
A su vez Darío Aguilera afirma que “ya se han dado accidentes graves en ese lugar previo a la instalación de los lomo de toro. Quisiera recalcar que la municipalidad hizo todo para beneficiar al privado que construyó el edificio, perjudicando la seguridad vial del lugar y en definitiva la salud de los ovallinos, muestra de ello es que se corrió la carretera para que se hiciera la entrada. De hecho el conductor que ingresa a la ciudad tiene que virar hacia la izquierda propiciando de forma evidente una colisión frontal”.
Otro conductor destaca los problemas de visibilidad existentes en el sector en las noches (por deficiente iluminación) y en mañanas de niebla en los que los vehículos tienen que reducir al mínimo de la velocidad para evitar un accidente.
LAS EXPLICACIONES DEL DIRECTOR DE OBRAS
Glenn Flores, Director de Obras Municipales, cuando le consultamos, explica que esto es un proyecto de mitigación vial que lo ejecutó la empresa encargada de la construcción del Centro Comercial Arenas, proyecto presentado por ventanilla y aprobado por el Ministerio de Transportes, el MOP y finalmente su servicio.
Aclara algunos conceptos que la mayoría de los conductores, afirma, no tiene claro.
Lo primero es relativo al emplazamiento del Edificio o Centro Comercial Arenas.
“Dicen que el edificio está para afuera. Ignorancia pura porque el Plano Regulador define que el ensanche de las calles está hacia el lado sur poniente, es decir hacia el lado del Casino y la Escuela Agrícola, y el ensanche de la calle está definido por la Escuela Agrícola. No hacia el otro lado. En el Hospital por iniciativa propia se pusieron 50 u 80 metros mas adentro para dejar un estacionamiento intermedio, y también por una cuestión de ruido”, dice.
En lo que se refiere a la intervención de la calzada, y que ha generado un “cuello de botella” que los conductores encuentran de improviso, Flores dice que “Lo que pasa es que la gente está acostumbrada a pasar por ahí a 80 y 120 kilómetros, pero todavía no pueden entender que de Lagunillas para acá es zona urbana donde la velocidad máxima con 40 o 50 kilómetros por hora, que es la velocidad que corresponde a una zona urbana”.
En lo que se refiere a los lomos de toro que ralentizan la velocidad dice: . “Personalmente he visto personas que se han comido el lomo de toro porque van a 120. ¡Por qué? Porque creen que la zona urbana empieza en el nudo de semáforos y ellos quieren llegar hasta ahí a esa velocidad o a 90 o a 80 cuando desde el cruce de Lagunillas deben ir a 50 kilómetros por hora”.
Afirma que la actual avenida Manuel Peñafiel es lo que era hace 30 años la avenida Balmaceda, de La Serena, y la gente la recorría a alta velocidad hasta el final. «Ahora tenemos que pensar que (ese sector de ) la avenida Manuel Peñafiel o entrada de Ovalle va a estar dentro de poco poblada por todos lados, y no se puede correr. Va a haber cruces, va a haber semáforos, y de todo, pero seguir corriendo, no se puede”.
Reconoce que se podría mejorar la iluminación para tener mayor visibilidad durante las noches o en días de neblina densa, y ese es un tema que hay que ver en las próximas semanas.
¿Convencerán estas explicaciones a los conductores que suelen circular por ese sector?
