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La ducha de la Ministra Schmidt

El otro día vi en la televisión el spot del Ministerio del Medio Ambiente invitando a la comunidad a cuidar al agua y proponiendo que las duchas no tengan una duración mayor a 3 minutos.

Incluso la misma titular de la cartera se atrevió a participar en el spot simulando una ducha, con un sentido del humor que es extraño en el actual gobierno, donde todos son tan seriotes. Bueno, es que tampoco tienen mucho para reír ¿no?

Pero estuvo simpática la Ministra.

Esto me hizo recordar lo que en el 2009 en Venezuela se conoció como “Los Tres minutos de Chavez”, en una situación de escasez de agua similar a la chilena. Y en una intervención en televisión Chavez arengó a la población:

«Hay gente que se pone a cantar en el baño media hora. ¿Qué comunismo es ese? (…) Yo lo he contado: tres minutos es más que suficiente; no quedo hediondo. Un minuto para mojarse, otro para enjabonarse y el tercero para enjuagarse; lo demás es un desperdicio», dijo.

La verdad es que me decidí probar si los 3 minutos de la Ministra Schmidt funcionan o no.

La primera dificultad fue que tardé más de un minuto antes que el agua se calentara, luego del golpe de agua fría conmigo calato bajo la regadera. Después otro minuto en una rutina que es un ritual inevitable en todo varón: orinar tratando de achuntarle al hoyo de la tina. No hay ejercicio más relajante que ese.

Luego lavarse el cabello. Usted pensará de qué necesidad tengo yo con el escaso pelo que tengo, pero sí tengo que hacerlo regularmente por mi cabello excesivamente graso. Luego enjabonarse el resto del cuerpo, y finalmente dejar caer el agua tibia mientras entono un aria conocida.Esta vez no probé con Nessun Dorma del Turandot que, aunque es mi preferida , dura más de seis minutos. Así que lo hice con la Donna e Mobile de Verdi que es mucho más breve. Y si bien no canto bien (o lo hago decididamente mal) lo hago con entusiasmo, que es lo que vale. Es que no hay ducha que valga si no es cantando opera.

Hasta que mis hijas golpean la puerta del baño, pidiendo que me calle:

  • Papá que van a reclamar los vecinos..
  • Van a creer que la mamá otra vez  te está pegando.

Lo cierto es que consultado el reloj, al final resultaron algo así de 7 minutos 53 segundos.

  • Tal vez deberíamos probar duchándonos juntos. Dicen que se ahorra mucha agua  – le digo a la Gorda, mi esposa cuando paso con la toalla atada a la cintura.

Me mira de arriba abajo, y luego dice con un tono (percibo) despectivo:

  • Con él, el Arnold Schwarzenegger chileno me voy a duchar, poh!

Lo cierto es que hay que revisar bien la propuesta de la Ministra Schmidt. Porque realmente tenemos necesidad de cuidar el agua, pero eso no pasa por una ducha de 3 minutos, sino de empezar a crear en la población una cultura permanente de cuidado del vital elemento. Si no lo sabemos nosotros en la provincia del Limarí. Empezando por los niños.

  • O quizás incentivar los baños focalizados, presa por presa, usando una esponja – digo mientras subo las escalas al segundo piso para vestirme.

Yo me propongo para hacer un spot promocional con la Ministra.

Mario Banic Illanes

Escritor

OvalleHoy.cl