“Va al mundial, Chile va al Mundial”, cantaban las muchachas de la Selección Femenina de Futbol de Chile que después de su espectacular actuación ante Argentina clasificaron de manera directa al Campeonato Mundial de Futbol que se realizará el próximo año en Francia.
“Va al Mundial, Chile va al Mundial”, cantaban las muchachas de Chile saltando en el césped del Estadio La Portada de La Serena, y lo mismo coreaba el público asistente a una jornada histórica. El equipo de José Letelier obtuvo el segundo lugar de la competencia femenina y consiguió uno de los pasajes directos a la justa deportiva planetaria a realizarse en el mes de junio del 2019.
Y yo veía las làgrimas correr por las mejillas de las jugadoras, la alegría en sus ojos, y se me apretaba el pecho y me daban deseos de soltar tambièn el llanto. Por la alegría del triunfo, porque a nuestro deporte los triunfos no nos llegan tan seguidos.
Pero también llorar de impotencia, de rabia, al recordar que nosotros los ovallinos, estuvimos a punto de ser parte de esta fiesta americana: de tener en nuestro reducto del Estadio Diaguita de Ovalle a algunas de esas selecciones, en dos jornadas que para nosotros hubieran sido un hito relevante en nuestra historia deportiva.
Nos hubiéramos sentido parte de la fiesta, y no meros espectadores.
Pero una negligencia o una incompetencia inexcusables nos privaron de ese placer, y al final como otros miles de personas a lo largo de toda América, terminamos siguiendo la fiesta a través de la televisión.
Felicitaciones muchachas de la roja, gracias por darnos esta alegría. Y les deseo la mejor suerte en la próxima desafío mundial.
M.B.I.
