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La profesora de Ovalle que se reiventó fabricando jabones de leche de cabra

Isabel Robles lleva cuatro años emprendiendo con productos naturales. “Después de jubilarme me di cuenta que tenía dos opciones: o quedarme haciendo nada, alimentando las palomas en la plaza, o empezar algo que me ayudara a aumentar mis ingresos y me mantuviera activa y contenta”, asegura la ex profesora.

Los jabones de leche de cabra que elabora la pyme Pedacito de Cielo, de Isabel Robles, han ganado fama más allá de las fronteras de la ciudad de Ovalle, Región de Coquimbo, donde ella reside con su familia. Incluso durante la pandemia, Isabel recibe pedidos desde Santiago y otras ciudades del país, lo que hoy la mantiene con más trabajo que nunca. “La leche de cabra tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Varios doctores de la ciudad me mandan a sus pacientes con dermatitis atópica, alergia solar o soriasis, porque la leche de cabra funciona muy bien para estos males”, cuenta.

Pero Pedacito de Cielo no estuvo siempre en sus planes. Isabel comenzó con este emprendimiento luego de que su hija le dejara hace unos años su producción de jabones porque encontró un trabajo en su profesión. “Tomé esos jabones, me fui a una feria en Río Hurtado, una comuna de crianceros al interior de Ovalle, y los vendí todos. Después de jubilarme, hace ya cuatro años, comencé a dedicarme de lleno a este negocio”, relata. En ese camino, la emprendedora destaca el apoyo que le brindó el programa Juntos Empujamos el Carro, desarrollado por MeetLatAm, Corfo y financiado por el gobierno regional, ejecutado a principios de año con emprendedores de la Región de Coquimbo y de Antofagasta.

“Aprendí mucho sobre redes sociales, que para mí siempre ha sido mi talón de Aquiles. También me ayudaron a organizar mejor mi negocio y nos dieron la oportunidad de participar en ventas online en las que me fue muy bien. Además, Juntos Empujamos el Carro nos puso un alumno en práctica que nos guiaba en todo ejecutando el plan de reactivación creado por el equipo de Meetlatam. Hasta nos dejaba grabaciones de video explicando el paso a paso para poder usar Instagram y otras cosas”, cuenta Isabel y revela un dato para dimensionar aún más la importancia que tuvo para ella Juntos Empujamos el Carro: “Después de participar del programa, mis ventas crecieron entre un 30 y un 40% de forma sostenida”.

Hoy, Isabel continúa haciendo planes para hacer crecer su pyme. Instaló un bazar en su casa, donde también vende alcohol de romero, sales de baño, saquitos de semillas, en formatos almohadilla, antifaz y para uso cervical, y un sinfín de productos de salud natural. Su apuesta es poder ampliar poco a poco su oferta y también llegar a más lugares con sus creaciones. “Todos mis productos son elaborados por mí, lo que de repente hace que me demore un poco en tener suficientes y se me acumulan los pedidos, pero de a poco he podido organizarme”, señala. Y como el emprendimiento va viento en popa, y hoy puede vivir de esto, hace poco su hijo mayor comenzó a trabajar con ella, haciéndose cargo de la parte administrativa de la pyme. De esta forma, ella se concentra en la elaboración de los productos y en el trato directo con sus clientes. “Después de jubilarme me di cuenta que tenía dos opciones: o quedarme haciendo nada, alimentando las palomas en la plaza, o empezar algo que me ayudara a aumentar mis ingresos y me mantuviera activa y contenta. Ha sido muy importante también la ayuda de la municipalidad y de otros emprendedores de Ovalle con los que nos apoyamos y, cuando hay Fase 2, nos turnamos para vender nuestros productos en la plaza de la ciudad. La idea de emprender no es solo crecer uno, también ojalá poder crecer como comunidad”.

OvalleHoy.cl