InicioultimasOpiniónLas contradicciones de una Semana Santa en Cuarentena

Las contradicciones de una Semana Santa en Cuarentena

Con mi permiso de cuidado del adulto mayor voy a casa de mis padres. Permiso que , contradictoriamente , hay que solicitarlo de manera presencial en la comisaría más cercana, cuando perfectamente ese permiso en particular se podría solicitar por internet (en casos especiales de manera presencial) , para evitar salir, hacer filas que poco y nada resguardan el distanciamiento y por supuesto , que aumenta la probabilidad de contagios.

Me detuve en un atasco que iba desde calle Miguel Aguirre hasta la Alameda. Se supone que nuestra ciudad está en fase 1, cuarentena. Cuarentena  etiológicamente proviene de  “quaranta giorni”, en italiano, en virtud a los 40 días que debían estar anclados los barcos y sus tripulantes antes de bajar a las ciudades evitando así que la Peste Negra siguiera su avance inmisericorde. Pero claro, en Ovalle , esta quaranta giorni es a la chilena, con trampas y abusos por doquier. Y en esta pseudo cuarentena se vive , para creyentes sobre todo, la semana santa.

En la espera del atasco, recordé esas viejas tradiciones, cuando   muchísimo tiempo atrás, en estos días  no se podía ni barrer, trabajar era pecado; las abuelas  prohibían gritar, saltar, jugar o decir alguna mala palabra porque había que respetar “el dolor de Cristo” . En la radio, la Norte Verde, Amanecer o Javiera Carrera sólo se escuchaba programación especial, música “clásica” (término no utilizado correctamente), orquestada. En el canal 7, el único, la maratón de Jesús de Nazaret , Marcelino Pan y Vino, Francisco de Asís o Ben Hur tenía a toda la familia “entretenida”. Afuera el silencio era ensordecedor.

Un desesperado conductor me pitea y putea porque  demoré dos  segundos en avanzar con la verde.  De pasada me  saca de mis cavilaciones. Más allá  veo las pescaderías: filas interminables y nulo distanciamiento. Claro, en estas fechas las personas se  vuelven locas por comprar peces o mariscos  (digo peces porque ¿el pez dejar de ser pez una vez muerto? ha sido pescado, es decir, tomado, asido, pero sigue siendo pez)    como una ya antigua tradición de semana santa.      

¿De dónde  salió aquella tradición? Imagino  algún  religioso casi inquisidor intentando convencer a sus feligreses de hacer penitencia en estos días.

  • “Deben dejar de fornicar. Deben dejar los placeres del cuerpo.. No caigan en la tentación; dejen de comer  carne,  ese asado que tanto les gusta, coman otra cosa, pescado por ejemplo.”

Y sería. Una orden de penitencia se  transformó en tradición de semana santa. Un absurdo por donde se le mire, pues no sé si la divinidad le preocupe si comes un asado, mariscos o si eres vegano. Además , comprar “pescado” ya no es una penitencia,  es  más bien  lujo a esta altura con los precios que se elevan sin control. El mercado regula el mercado.  

De todas maneras, aquellos primeros feligreses seguramente sí fueron en busca de “pescados” como forma de dejar un placer, sin embargo, hoy ni con quaranta giorni se detiene  la obsesión, costumbre y absurdo de comer productos del mar en alguno de estos días.  En todo caso esta altura de la vida, cada uno sabe  lo que come , lo que compra, ya  da lo mismo si en un inicio  era o no por penitencia. Mejor sería es una cena de pan y vino. Digo yo.

Sigo mi camino para atender a mis padres.

Quizás mañana la gente entienda que no debe salir. Por recogimiento. Por tradición o por cuarentena.

K .A.I

OvalleHoy.cl