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Las escuelas de mujeres y su aceptación en el contexto sociocultural de Ovalle

Luego que se abriera el debate sobre los establecimientos educacionales con separación de género, sobre su legitimidad en el presente y sobretodo la segregación que generan, es importante detenerse en la realidad local, para saber la aceptación que estos tienen en la población y si se mantienen a largo plazo dentro de este modelo.

En la comuna de Ovalle, existen actualmente dos instituciones con separación género, es decir, dos colegios en que sólo se admiten mujeres. Uno de ellos es público y el otro es subvencionado particular, no obstante, esto no cambia la dinámica interna que se vive al interior de los mismos, donde las pequeñas no interactúan personas del sexo opuesto en una relación simétrica.

Desde un punto de vista pedagógico, Pedro García profesor de educación Musical y también de artes visuales, explica que “resulta complejo no poder compartir experiencias educativas donde hombres y mujeres, a través de sus propias capacidades puedan ayudarse mutuamente, ya que, aprender de las diferencias es fundamental para ser mejores humanos y crecer en una sociedad mejor y sana.

Sin embargo, la apreciación del modelo es muy distinta dentro de los mismos establecimientos, ya que es bastante aceptado. Un ejemplo de ello, es que muchos de los apoderados escogen estas casas educativas precisamente por ser solo para mujeres, ya que sienten que sus hijas se encuentran más seguras en ellas.  “Los padres ven como una fortaleza de la escuela que sea de género, lo cual se ve manifestado en las encuestas que realizamos cada año, donde se evidencia que el motivo principal por el cual los padres y madres matriculan a sus hijas acá es por eso”, manifestó Mary Gómez Araya, directora de la Escuela Básca Helene Lang.

Asimismo, la profesional señaló que no ha habido ninguna petición de incluir al género masculino a la escuela “porque los padres son quienes buscan un establecimiento de estas características, aunque si hubiera alguna inquietud en cambiar el modelo por uno mixto, se conversaría con todos los actores involucrados porque para nosotros es muy importante la opinión de todos, sobre todo los padres”, aunque insiste que actualmente no hay intenciones de cambiar el sistema de la escuela.

La visión del sostenedor, por su parte, es muy similar, ya que como manifestó Nelson Olivares, director del Departamento de Educación de la Municipalidad de Ovalle, “es una escuela histórica, que ha sido asumida como una escuela de género en nuestra ciudad, y la verdad es que tanto en el ámbito de violencia está dentro de los márgenes de los establecimientos públicos y con respecto a las notas, si bien, a veces ha bajado el rendimiento, lo ha hecho como cualquier otro establecimiento mixto».  Así mismo, declaró que no hay intenciones de cambiarlo a un colegio mixto, porque no ha habido las solicitudes correspondientes para hacerlo.

No obstante, pese a la aceptación es importante recordar que los colegios segregados parten en 1813 y que, si bien los colegios de hombres tenían una misión educativa, en el caso de las mujeres el objetivo era formar buenas madres y dueñas de casa.

Finalmente, cabe señalar que «Las realidades mixtas son mucho más favorables para aquello (equidad de género) pero siempre y cuando tengamos también un espacio de conciencia de que no viene gratis con sólo tener hombres y mujeres en el mismo curso y en el mismo patio, pasa incorporar esta temática como un debate más consciente de la realidad escolar», como enfatizó la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Claudia Pascual.

Paloma Olivares Beltrán.

OvalleHoy.cl