InicioActualidadCrónicaLas tareas que dejará Mons. Gleisner a los fieles de Elqui...

Las tareas que dejará Mons. Gleisner a los fieles de Elqui y Limarí en su despedida

22 - 12 - 14 Mons GleisnerEl próximo lunes 29 de diciembre se celebrará una misa de agradecimiento y despedida en la Catedral de La Serena. Después de 14 años como obispo auxiliar, continuará sus actividades en Santiago como capellán en un hospital y cumpliendo otras labores sacerdotales.

Su última semana de actividades en la Iglesia de La Serena inició el Obispo Auxiliar, Monseñor Luis Gleisner Wobbe, quién dejará la Arquidiócesis después que le fuera aceptada su renuncia a este cargo por motivos de edad. En estos días participará de la celebración de la Navidad y la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario en Andacollo y para el lunes 29 de diciembre se organizó una Eucaristía de agradecimiento y despedida a las 11:00 horas en la Catedral de La Serena

Monseñor Gleisner llegó a la Arquidiócesis de La Serena el 10 de agosto del año 2001, su primer recuerdo en la zona es la celebración de San Lorenzo, patrono de los diáconos y los mineros. Tras más de 13 años de servicio pastoral como Obispo Auxiliar, recuerda su trabajo con los fieles de los valles de Elqui y Limarí, a quienes les pide especial oración y preocupación por las Vocaciones sacerdotales y de Vida Consagrada.

¿Cómo evalúa su paso por la Arquidiócesis?

El que tendría que evaluar es más bien Monseñor Manuel Donoso, del que yo fui hasta este año Obispo Auxiliar y Mons. René Rebolledo que es el Arzobispo actualmente. Por mi parte, yo pienso que he cumplido de un modo aceptable el encargo recibido del Santo Padre San Juan Pablo II, luego Benedicto XVI y del Papa Francisco en este momento. He tratado de ser un apoyo firme para todo el trabajo de los arzobispos. Ha sido mucho trabajo en cuanto a atender personas, el Tribunal Eclesiástico que me toca presidir, algunas visitas pastorales que me tocó hacer junto a Mons. Donoso, también muchas confirmaciones, incluso algún bautizo o matrimonio y muchas fiestas patronales que me han llenado de mucha alegría por el hecho de acompañar a los fieles en esas celebraciones.

¿Qué planes tiene luego de dejar la Arquidiócesis?

Llega el momento en el que uno tiene que dar un paso al lado, uno nota que va declinando. En Santiago he estado viendo que quizá voy a ser capellán de un hospital universitario. Voy a seguir naturalmente con trabajo pastoral como la celebración de la Eucaristía, confesiones, etc. No es una jubilación como la tiene tanta gente, que yo compadezco realmente, que pasa de un trabajo intenso a nada que hacer. Sin embargo, un sacerdote y un Obispo, en caso mío, va a ser una jubilación en el sentido propio de la palabra, de júbilo, porque uno seguirá trabajando mucho. La Iglesia necesita el trabajo de uno hasta que sea posible.

¿Qué es lo que más extrañará de esta zona al momento de partir?

Yo diría que todo, sobre todo la cercanía de los sacerdotes, su amistad. Han sido sacerdotes muy afables, amigos todos. Muchos fieles que han demostrado también su cercanía y su amistad hacia mí. Se dice que partir es morir un poco y es verdad, uno deja a mucha gente conocida, a muchas amistades que ya será verse muy a lo lejos y con tanta gente uno no se va a topar nunca más hasta el Reino de los Cielos.

¿Alguna tarea que  quiera dejar a los fieles de los Valles de Elqui y Limarí?

Empéñense mucho en lo que ya hemos dicho, que la catequesis comience por uno mismo, yo tengo que seguir formándome aunque no sea catequista. Tengo que ser mi propio formador a base de leer la Sagrada Escritura y el Catecismo de la Iglesia Católica. Luego, las vocaciones para el Seminario. Si hay un trabajo pastoral grande, saldrán vocaciones para todos, no solamente para nuestro seminario, sino también para las congregaciones religiosas, para el diaconado permanente, etc.

OvalleHoy.cl