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Los efectos negativos de reformas mal concebidas

Uno de los propósitos del Informe de Política Monetaria del Banco Central, es informar y explicar al Gobierno, Senado y al público general, la visión de su Consejo sobre la evolución reciente y esperada de la inflación y sus consecuencias para la conducción de la política monetaria. En diciembre del 2013, la proyección de crecimiento fue estimada en 4,7% para el año 2014, por lo que el gobierno anterior haciendo buen uso de esta información presupuestó los programas relativos a salud, educación, justicia, trabajo, etc., que eran necesarios para consolidar el progresivo avance obtenido en su periodo.

Al asumir su mandato la Presidenta Bachelet, bajo la presión de cumplir con sus promesas de campaña y superar los logros del gobierno anterior, que había recuperado la actividad productiva y casi reconstruido la totalidad de lo devastado por un gran terremoto; disminuyendo la tasa de desempleo, promocionó el avanzar con mayor celeridad para mejorar aspectos de salud, educación, legislativos, laborales, etc., que este había dejado proyectado, para lo cual aseguró que con la aprobación de una nueva reforma tributaria mediante la cual pagaría mayores impuestos lo más ricos en beneficio de los más necesitados, se lograría ello, ya que poseían la receta perfecta para conseguirlo.

Fue así, que para que se hiciera responsables de la distribución y fiscalización del erario nacional, nombró como ministro de Hacienda a Alberto Arenas, quien había formada parte del directorio de Ferrocarriles cuando esa empresa estatal, mediante fraudes no detectados en forma oportuna le ocasionó daños por más de US$ 2.000 millones de dólares al país, y de los 4,7% de proyección de crecimiento que en diciembre del año 2013 el Banco Central estimaba para el año 2014, como efectos de las reformas efectuadas y pérdida de confianza de los inversionistas, se ha pasado a una estimación de 1,75 % al terminar este año, constituyendo esta la cifra más baja de crecimiento durante de los últimos 30 años.

A lo anterior se suma que por efectos de la baja en el precio del cobre, cuya producción se verá afectada por menor compra de parte de China y de la reducción del consumo a nivel internacional, se deberá adoptar medidas en extremo inteligentes para optimizar el uso de los recursos, buscando para ello soluciones consensuadas, dejando de lado la soberbia hasta ahora empleada por la Nueva Mayoría que asegura los problemas se solucionan con mayores impuestos a las empresas desestimando la productividad y dejando en manos del Estado materias de educación, salud, energía, etc., ya que está más que demostrado que los grandes perdedores al aplicar reformas mal concebidas, han sido la maltratada clase media y lo más vulnerables, cuya decepción se demuestra en las recientes encuestas.

Las soluciones deben buscarse a través del diálogo para beneficiar a todos en un nivel de igualdad, y no mediante el uso de transitorias mayorías, ya que en este último caso los daños no distinguen sobre a quién afectar.

*Susana Verdugo Baraona

*La autora es médico pediatra y fue Gobernadora de Limarí. 

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