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¡No apuren al ganado flaco!!!

Siete de cada diez chilenos creen que la conducción del país ha tomado un rumbo errado. Los agricultores en esta Región sentimos que la sequía nos agobia y no somos escuchados. Nuestros representantes, a lo más, lanzan frases y consignas para el bronce, pero de propuestas concretas ¡nada!… El país se desacelera más de lo previsto, el desempleo aumenta, la desconfianza, el estupor ante las ilegalidades o inmoralidades de todos los orígenes hace desaparecer la fe en instituciones y personas: No solo falta conducción, también capacidad de corregir, enmendar, censurar. Parlamentarios y autoridades  que hablen claro y se hagan escuchar en lo que realmente interesa para la región que los eligió. En el horizonte social solo se divisan llanos y chatura mediocre. No aparecen alturas que apreciemos superiores y nos inviten, con su ejemplo, a buscar destinos mejores. La medianía  es el rasero de nuestros días.

Lo preocupante, es que estamos siguiendo el mismo camino que tomaron varios gobiernos socialistas y neo socialistas de Sudamérica y el Caribe, con características populistas, autoritarias, de pérdida de las libertades, polarización, captura de instituciones y empresas apartándose del estado de derecho. Todo lo anterior, ha conducido a la mayor corruptela por la no alternancia en el poder y al atraso de los pueblos.

Se ha creado en el país un clima adverso al crecimiento, por las reformas mal diseñas y gestión chapucera. Tomando al pie de la letra eslóganes de la calle, los que no siempre son valederos si no se ponderan y estudian apropiadamente.

Ocurren diversas paradojas, por ejemplo, tenemos una economía abierta al mundo, en el cual los privados son los motores de la actividad, pero el gobierno no cree en ellos. E incluso, lo denostan. Al igual están en contra del lucro, pero del ajeno, no del que llega jugosamente a sus bolsillos.

Todo este clima adverso se crea en un contexto donde se tiende a generalizar y a ignorar jerarquías. Se tiende a  no respetar diferencias de aptitudes, las que son la fuente de toda riqueza. A no reconocer que en toda actividad humana existen buenos, regulares y malos empresarios, como también existen estas categorías en los servidores públicos. Sin el concurso activo de los privados no retomaremos el crecimiento.

Se insiste en el estatismo. Más Estado, en vez de un mejor. Esto se constata, en la excesiva contratación de servidores sin concurso público y calificación apropiada, imponiéndose el nepotismo y el cuoteo entre quienes detentan el poder. Muchos de los contratados, en vez de  servir…vienen a servirse. Así el prometido desarrollo, cada día está más lejano. Las reformas, por mal diseño y peor gestión, parecen tener como fin último, solamente conseguir mayor poder.

La sociedad se ha ido polarizando. Muchos no creen en las promesas de la disminución de la desigualdad con este rumbo tortuoso. Menos cuando no se crea empleo productivo, y aumenta el desempleo y diseña una reforma laboral que estimula la confrontación por sobre el entendimiento. Lo último debe ser el norte, pues es muy necesario en las empresas modernas, porque el gran capital de una empresa son sus trabajadores.

¡No apuren al ganado flaco! La paradoja es que en nuestra provincia del Limarí, azotada  por una sequía de más de siete años, que diezmó plantaciones y un terremoto que daño las instalaciones vitivinícolas, no se ven luces para salir del embrollo. Existe un cuadro de calamidad y desesperanza y no se observa interés real de parte de las autoridades para solucionar el problema de los productores afectados. Sólo medidas poco efectivas. Por ejemplo, la medida  de condonar los impuestos a los bienes raíces, pero al final esta resultó contraproducente, pues en la renta del año 2015 los supuestos beneficiarios con la condonación, han tenido que  pagar un mayor impuesto, porque no pudieron descontar las cuotas de bienes raíces condonadas.

Se suma a este cuadro amargo, medidas que van en contra de la agricultura, en lugar de un trato colaborativo para salir del embrollo. Entre ellas: aumento del avalúo de las propiedades sin producción por falta de agua. A los productores pisqueros se le aumentó el impuesto ILA, en plena sequía y desaceleración. Mayor gravamen que no se pudo traspasar a precio y, al final, recayó en un mal resultado de la cosecha de los productores siniestrados. Los créditos con aval del Estado, sumando los intereses cobrados por los bancos, la comisión y el seguro pasan a ser abusivos y no de fomento. A las cooperativas  pisqueras, producto de la reforma tributaria, se les gira el impuesto a la renta. Es decir, se les quita el estímulo que era la razón de ser de las cooperativas. La excepción del impuesto a la renta a las cooperativas es una ventaja de estas instituciones, para estimular la asociatividad y producir. Tareas que individualmente no podrían realizar, con el fin de elevar el nivel de vida de sus asociados. También es negativa la medida, por una nueva interpretación del Servicio de Impuestos Internos, de gravar con impuesto de la renta los productos de la cooperativa pisquera que tienen un mayor valor agregado. En este último caso, por concepto de vestir los piscos y otros productos, con envases y otros accesorios de mayor costo, situación que va en contra de la competitividad y de ser potencia alimenticia.

Todo va en contra  de una industria agrícola y pisquera innovadora, que trata de desarrollarse, a pesar de la sequía y la destrucción de sus instalaciones y red de riego por el terremoto. Este drama ha dejado a varios productores en el camino, ya sea por  abandono o disminución de la producción. Al igual que un arreo de ganado flaco, que al apurarlo, deja una estela de rezagados y caídos en el camino.

De ahí vale recordar el dicho campesino ¡No apuren el ganado flaco! Transitamos un camino tortuoso, y más encima, gravado con mayores impuestos. Por concepto del revaluó de las propiedades en un 25% y el impuesto subió, pero cuando la propiedad no cuenta con agua el valor equivale al del secano. No debería haber subido el valor base imponible en esta condición especial. Todo esto parece un contrasentido. Es como un sarcasmo, en vez de buscar soluciones que reactiven la agricultura y poder sentir el aliento y la solidaridad de quienes nos representan.

Ing. Ag. Rodrigo Carmona Castex                          
En Ovalle, 05 de mayo 2016.

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