InicioultimasOpiniónNo estoy de acuerdo con cambiar el nombre al Hospital de Ovalle

No estoy de acuerdo con cambiar el nombre al Hospital de Ovalle

Una iniciativa busca reemplazar el actual nombre del Doctor Antonio Tirado Lanas que distingue al principal nosocomio de la ciudad. Acá mis razones para que ello no ocurra.

Desde que se decidió que se construiría un nuevo recinto hospitalario para Ovalle y la provincia, que reemplazaría el actual edificio, obsoleto para los avances tecnológicos que la medicina del siglo 21 requiere, se ha levantado una campaña para reemplazar el nombre del doctor Antonio Tirado Lanas como distinción del principal nosocomio de la ciudad y en estas líneas, quiero explicitar mi total y absoluto desacuerdo con que ello ocurra.

¿Cómo se puede reemplazar el nombre de un distinguido ciudadano ovallino que forjó, junto a otros hombres y mujeres, el Ovalle de la primera mitad del siglo XX? ¿Sabe usted quién fue el médico y filántropo que entrega el nombre, «Su Nombre» – lo más importante de la historia, efímera, de un ser humano – al principal recinto asistencial dela ciudad?

Nació en Ovalle el 11 de Julio de 1863. Se tituló de médico a los 23 años de edad y fue considerado un “verdadero apóstol de su profesión» que la practicaba «sin miramientos de ninguna especie» las 24 horas del día y poniendo «su saber y su capacidad, sin discriminaciones, al servicio de todos sus enfermos”. Las crónicas de esos años señalan que “visitaba con especial cariño los hogares humildes llevando, no solo el remedio para los males y enfermedades del cuerpo, sino también y en muchas oportunidades, pan para las mesas vacías, serenidad para los espíritus acongojados y cariñosas palabras para los corazones afligidos”.

Contrajo matrimonio en la Parroquia San Vicente de Ferrer con la dama ovallina Amelia Dey Villarroel, el 4 de mayo de 1890.

Miembro fundador y parte del primer directorio del Cuerpo de Bomberos de Ovalle, llegando a ser comandante entre 1915 y 1922. Gracias a su gestión se realizó la instalación del alumbrado público para el cuartel y la adquisición de una bomba a vapor al cuerpo de bomberos de Santiago. En el año 1922 es nombrado Comandante Honorario.

Miembro fundador de la Logia Masónica «Acción Fraternal Nro 42» de Ovalle. Posteriormente a su desempeño en Ovalle, fue Jefe de Sanidad en Antofagasta y La Serena.

Cultivó la música y formó una orquesta de cámara con un grupo selecto de vecinos, fundando la Sociedad Musical de Ovalle, que realizó conciertos y otras actividades para construir, finalmente, un Teatro (el actual Teatro Municipal) y el Club Musical (actual Club social), mientras era Médico Jefe del Hospital de Ovalle y ejercía como profesor en el Liceo de Hombres de Ovalle.

De su paso por el tradicional establecimiento educacional ovallino, su labor estaba en las asignaturas de Ciencias Físicas y Naturales y docente de filosofía. Creó la Biblioteca del Liceo de Hombres, para la cual donó todos los libros de su biblioteca personal y adicional a ello, creó el himno del Liceo, además de ser Socio de la Liga de Estudiantes Pobres y miembro de la Sociedad Científica de Chile.

Falleció en Santiago el 14 de mayo de 1940 y al momento de su muerte, donó todos sus bienes materiales al Hospital de Ovalle.

En estas líneas, he resumido a grandes rasgos, quién fue el doctor Antonio O. Tirado Lanas. Quiero ser claro en que no me opongo a un homenaje a otros grandes hombres que han contribuido a la construcción y desarrollo de nuestra ciudad, pero propongamos homenajes que no signifiquen el olvido de otras figuras señeras en la historia de Ovalle.

Creo que se debe mantener el nombre de Antonio Tirado Lanas en el principal recinto hospitalario de la ciudad como homenaje al compromiso con el Servicio Público y propongo, desde estas líneas, una estatua para su colega, para que sea ubicada en un lugar destacado, donde pueda recibir el reconocimiento de sus conciudadanos y las generaciones venideras.

Camino al Bicentenario de la ciudad, en abril de 2031, insisto en que no podemos reemplazar los nombres de figuras de esos hombres y mujeres, porque eso atenta contra la memoria histórica de nuestra tierra querida de Ovalle. 

Y busco además, como ciudadano ovallino comprometido con el desarrollo de su terruño, que las autoridades comunales, parlamentarias y gubernamentales,  acojan este razonamiento.

Por Angelo Lancellotti González

Periodista 

 

 

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