En el debate sobre aprobación del proyecto de Ley de Aula Segura; el Comité de Educación del Senado, temporalmente decidió cambiarle el nombre de la iniciativa por el de Aula Democrática y luego del impasse que éste sufrió, deberá ir ahora a la Cámara de Diputados para continuar con su tramitación y aprobación
Esperemos que aquí en adelante, prime la racionalidad y que los legisladores, no se dejen influenciar por sus sesgos ideológicos como lo hizo la Diputada Girardi, quien preside la Comisión de Educación y señaló en su momento que se deberá introducir modificaciones a éste proyecto de Ley porque esto se trataba de educación y no de cárceles ni jaulas seguras, es claro que esta legisladora y muchos otros están en las mismas porque ellos creen que legislan para sus propias convicciones ideológicas y no escuchan y representan a millones de padres y familias que claman porque en los colegios y en la sociedad exista una educación y lugares de estudio de calidad, con respeto, tolerancia, seguros y con algo que lleva al éxito que es la disciplina. Los padres claman porque cada familia pueda elegir el lugar a donde llevar a sus hijos a recibir educación y se acabe de una vez la “famosa y denigrante tómbola “de la ex Presidenta Bachelet y sienten que a las autoridades por las cuales han votado no los representan ni escuchan.
Al parecer, la Diputada no logra captar que la intención del Gobierno y que la gran mayoría del país demanda, es los establecimientos educacionales sea un lugar donde se pueda ir a recibir una educación de calidad y no sea un antro de reunión de grupos violentistas radicalizados, sino por el contrario un ambiente libre de violencia. Pero al parecer la oposición, sobretodo la extrema izquierda, prefiere privilegiar la protección de jóvenes violentistas encapuchados, que la de aquellos que quieren estudiar.
Sin ir más lejos, en los últimos meses hemos visto agresiones de estudiantes a Carabineros, a profesores y a otros miembros de la comunidad escolar. Ataques van desde el lanzamiento de más de 500 bombas molotov hasta la fecha a Carabineros, como también la quema del Liceo Amunátegui por parte de los mismos estudiantes, como también el rociamiento con bencina a los profesores y administrativos del Instituto Nacional.
Pregúntese usted ¿que puede tener de democrático el rociar con bencina a un docente o a cualquier integrante de la comunidad escolar, que en cualquier momento se podría quemar gravemente o morir de saltarle una chispa?, así como también ¿qué tiene de democrático incendiar su lugar de estudio, donde se supone que va a estudiar?, ¿qué puede tener de democrático lanzarle una bomba molotov a un Carabinero y esperar que se queme? o ¿qué tiene de democrático patear en la cabeza a un Carabinero cuando sólo está cumpliendo su deber de resguardar el orden público?.
¿Acaso no es ese mismo estudiante el primero en negarse a ser educado al realizar dichas acciones en lugar de asistir a clases o dejar que éstas se impartan?Algunos de nuestros legisladores, parecen olvidar que en la sala de clases se puede educar en valores democráticos, pero ésta sala de clases no se rige ni debe regirse por las reglas de la democracia y al escoger éstos dicho adjetivo “democrático” en vez de cualquier otra alternativa más apropiada a “segura”, no hacen más que dejar ver su mala comprensión de lo que significa democracia y su aplicación. Pues la democracia en su principal aceptación se refiere a un sistema de Gobierno en que las autoridades son electas a través de procesos competitivos y en la educación, los escolares no tienen esa potestad de escoger a sus profesores.
Afortunadamente, estos hechos de violencia no ocurren en nuestra ciudad de Ovalle Provincia de Limarí …. porque dentro de las principales herramientas que debemos entregarles a nuestros hijos es el diálogo, ya que la violencia engendra más violencia.
Susana Verdugo Baraona.
