El primer domingo del año, la comunidad de la parroquia “San Vicente Ferrer” de Ovalle llegó hasta el Templo para dar la bienvenida a su nuevo Pastor, el presbítero Luis Alberto García.
El P. Luis Alberto, que ya ha servido en estas tierras anteriormente (Punitaqui y Monte Patria), afirmó que llega con mucha gratitud al Señor para comenzar este nuevo desafío pastoral. “El primer objetivo que me planteo es conocer y caminar junto a la comunidad que participa en la parroquia, para luego preparar nuestros corazones y salir al encuentro de los hermanos que están alejados, trabajando en Misión Permanente”, manifestó.
A su vez, a la misma hora, algunos kilómetros más hacia el oriente, el Pbro. Jorge Arancibia asumía las parroquias de Monte Paria y Rapel, ambas bajo el patrocinio de “Nuestra Señora del Carmen”. Asimismo, contará con la colaboración del vicario parroquial, P. Juan Carlos Godoy, y del P. Carlos Lillo. Las Eucaristías fueron presididas por el Vicario General, Pbro. Cristian Montenegro, en donde los fieles de ambas comunidades se congregaron para dar la bienvenida al nuevo párroco y agradecer la compañía y arduo trabajo del P. Rafael Rojas.
“Agradezco la acogida y el cariño que ambas comunidades tuvieron hacia mi persona. Deseo que de la misma forma reciban al P. Jorge, para que juntos caminen en compañía de nuestro Señor”, expresó el P. Rafael, quien durante la jornada de la tarde se le encomendó la misión de guiar la parroquia “San Francisco de Borja de Combarbalá”. “Cada vez que se recibe un llamado del Señor a través de los Pastores, se presenta un desafío para uno como sacerdote, estoy muy contento de la misión que se me encomienda y espero poder compartir con la comunidad el don de la vocación que he recibido”, agregó.
Cabe destacar que en la Provincia de Limarí existen otras importantes labores que se han encomendado a diáconos permanentes. Tal es el caso de la parroquia “San Francisco de Asís” de Recoleta, que estará a cargo del diácono Hendrik Rivera. El P. Cristian Montenegro, Vicario General y ex párroco en Combarbalá, explicó que debido a la falta de sacerdotes en la Arquidiócesis y gracias a la positiva experiencia que desarrolla el diácono Juan Carlos Verdejo en Carén, se replicará la situación en las parroquias “Nuestra Señora del Carmen” de Río Hurtado y “San Antonio del Mar” de Barraza.
En ese sentido, Mons. René Rebolledo solicitó a los fieles de Limarí y de toda la Arquidiócesis en general, una especial oración por las vocaciones sacerdotales. Asimismo, agradeció la misión cumplida por los sacerdotes en las parroquias que hasta ahora han pastoreado. De igual modo, los instó a proseguir adelante en el nombre del Señor, asumiendo con fe y total disposición el nuevo desafío que les ha solicitado. Destacó, además, la excelente voluntad que han tenido los sacerdotes para trasladarse a las comunidades asignadas y seguir afrontando también los retos de la Misión Continental.