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|O P I N I Ó N| Reforma de Pensiones: El camino a una vejez digna

La semana recién pasada el Gobierno ingresó el proyecto de Reforma de Pensiones al Congreso, en una de las reformas más ambiciosas y con ventajas que es ineludible analizar y comentar en relación al actual sistema de pensiones. Chile, miembro de la OCDE estaba fuera del 83% de países integrantes que cuentan con un componente público – solidario como pilar contributivo, mostrando una única vía de ahorro por medio del aporte individual de cada trabajador al sistema de AFP, el cual ha demostrado ser altamente insuficiente al momento de otorgar pensiones dignas.

Y es que los números son devastadores. El 72% de las pensiones en nuestro país son inferiores al salario mínimo, y 1 de cada 4 personas recibe pensiones por debajo de la línea de la pobreza. Si a eso sumamos otros problemas de acceso a la seguridad social, el panorama para nuestras y nuestros adultos mayores es desgarrador. En nuestra región y en el resto del territorio nacional sobran ejemplos de personas con pensiones que no cubren siquiera lo básico. Me es imposible no recordar un caso conocido hace unos días de una mujer de más de 70 años, que recibía 87 mil pesos de pensión, pero su AFP tras 12 años de pensionada, le informa que ha recalculado su pensión, la cual bajaría a 72 mil pesos. Sí, esa es la realidad a la que se enfrentan quienes se jubilan en Chile.

Por eso es tan vital esta reforma, porque viene a mejorar no sólo las pensiones futuras, sino que las actuales, saldando una deuda histórica que hemos tenido con quienes más lo necesitan y a quienes el sistema permanentemente parece haber olvidado. Este nuevo sistema de pensiones mantiene el pilar contributivo individual – ese 10% que cotizamos mensualmente – pero ya no con las AFP como administradoras, sino con nuevos gestores de inversión privada y una opción pública, lo que aportará no sólo competencia a un sistema que hoy es extremadamente rígido, sino además favorece la libertad de elección a las y los cotizantes.

El segundo pilar, basado en un rol activo del Estado, es el aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU), la cual – aprobada la reforma tributaria – aumentará a $250.000 pesos, lo que es sin duda un pilar esencial, conociendo además la realidad de miles de pensionadas y pensionados que necesitan contar con un apoyo del Estado para hacer frente los insuficientes montos que reciben mes a mes. El aumento de la PGU es una noticia histórica, pues viene a confirmar una política permanente en materia de seguridad social, dejando atrás una visión meramente subsidiaria en materia previsional, poniendo al Gobierno como un actor relevante hacia el futuro.

Finalmente, el tercer pilar de introduce un componente solidario, pero que mantiene además un alto porcentaje de beneficio directo a cada uno de los cotizantes. El 6% de cotización con cargo al empleador otorga tanto un beneficio directo a quienes ya están pensionados, entregando una pensión equivalente a 0,1UF por año cotizado, y además compensando a las mujeres en tablas diferenciadas por sexo.

Por otro lado, las y los futuros pensionados el beneficio opera con una lógica de seguridad social, con un 70% de dicho monto que incrementa una nueva cuenta individual, y con un 30% ingresa el mencionado componente solidario, aumentando tanto las pensiones de quienes menos ingresos tienen, además de importantes beneficios para las mujeres, como compensar las brechas de género por cuidado de terceros, la maternidad o cesantía, lo que sin duda es un tremendo avance en el reconocimiento de la constante dificultad que han tenido las mujeres de nuestros país para que sean reconocidas dichas labores y no signifiquen – como hoy – un perjuicio más a su vejez.

Por eso, independiente de toda la intentona permanente de relativizar los beneficios inmediatos y futuros de esta reforma, los hechos son claros y a esto debemos ceñirnos: Por ejemplo un hombre con un 50% de lagunas, con un sueldo de 400.000 pesos promedio, hoy puede recibir con la PGU incluida $268.515, mientras que con el nuevo sistema, su pensión aumenta a $392.426, lo que significa un aumento del 46%. En el mismo ejemplo para las mujeres, el aumento es de 52%.

Hoy, el escenario es claro: La reforma subirá las pensiones de forma inmediata de chilenas y chilenos que lo necesitan con urgencia y avanzar en dignidad. Hoy nuestra responsabilidad es precisamente elevar el debate hacia esa urgencia, y entender que esa dignidad postergada por tantos años y tantas generaciones hoy es de todas y todos.

CAROLINA TELLO

Abogada y Diputada de la República por la Región de Coquimbo

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