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Otra cosa es con guitarra

Como bien dice el refrán popular otra cosa es con guitarra, una cosa es hablar de las “soluciones y métodos milagrosos” efectivos para el control de la pandemia que nos aqueja, dando a entender que todo es posible de ejecutar, pero todo esto cambia cuando la debo ejecutar, llevar al ejercicio, no es lo mismo que hablar con facilidad y sueltamente de algo, que llevar eso a lo concreto, a su ejecución a la acción, he ahí el refrán de otra cosa es con guitarra.

Las últimas semanas se han acrecentados los cuestionamientos y más que nada las críticas descorazonadas en contra del Ministro Jaime Mañalich, que no tienen nada de constructivas, porque uno puede o no estar de acuerdo con una persona y plantear su punto de vista, pero de ahí de atacar por atacar, buscando sólo en destruir, desacreditar y desprestigiar a una persona por el sólo hecho de pensar distinto no corresponde, debe haber una crítica con altura de mira, que no busque agitar, sino que colaborar con las personas y no deja de ser curioso que transversalmente en todos los países las personas que estarían encabezando el combate contra la pandemia estaría haciendo las cosas mal y los que se encontrarían en la oposición sabrían el cómo debe hacerse las cosas, lo que francamente me llama poderosamente la atención porque los que están “mal” son los que lideran el combate y los que están en lo “correcto” son los invisibilizados los sabios que no son oídos sino que simplemente serían ignorados, lo que no deja de ser anecdótico.

Antes de realizar una crítica tan ácida, debiésemos pensar ¿cómo me sentiría si yo fuera el Ministro?, ¿me sentiría cansado?, yo creo que sin lugar a dudas, pues una persona que lleva más de dos meses trabajando a diario más de 18 horas, sin descansar ni sábados ni domingos, estará sin lugar a duda fatigado, además de triste al ver que por mucho esfuerzo que uno le pone al combate de la situación, la garra y todo el corazón, las personas (no todas, porque nunca es bueno generalizar) no se toman en serio la cuarentena, que salen como si fueran vacaciones, no les importa el contagiar a otros teniendo examen que arroja que son portadores del virus, etc.

También creo que estaría preocupado si fuera él, de contraer la enfermedad debido a que pertenece al grupo de riesgo, no sólo porque tiene patologías de base, le falta un riñón, el bazo; sino porque su señora tiempo atrás fuera trasplantada de pulmón y usa en la actualidad inmunosupresores, que la hacen proclive a contraer cualquier tipo de enfermedad y que de enfermarse de covid-19, sería altamente probable que pudiera morir.

Igualmente me sentiría tremendamente orgulloso de todo el personal del sistema de salud, tanto público como privado, pues han hecho un esfuerzo gigantesco para y por estar a la altura salvando vidas, dejándose la piel y el alma en ello e inclusive dando la vida en el cumplimiento de su deber. Asimismo, tendría tristeza un poco de ansiedad, al tener que a diario ser el “portador” de malas noticias, pues a nadie le gusta ser quien las dé, pero sin lugar a dudas con la convicción de que saldremos de esta catástrofe, todos juntos, firme y unidos, porque juntos somos más fuertes.

En fin tratemos de reflexionar un poquito acerca de lo que antes se ha planteado, a veces es fácil criticar, y decir se equivocó aquí y allá, no hizo o hizo tal cosa o cual cosa, pero ¿qué persona en todo el mundo no se ha equivocado en nada en un desastre como este?; al menos yo veo a un Ministro que hace su trabajo y más, sin alegar, sin quejarse, firme y que no recibirá nada a cambio, ni más dinero, ni un bono, ni más vacaciones, nada más que por el sólo hecho de prestar un servicio a Chile, porque ni las gracias pide, así que ¡muchas gracias Ministro Mañalich!, gracias como Ministro, como médico, como persona, gracias por ser un chileno de buen corazón.

Susana Verdugo Baraona. 

OvalleHoy.cl