InicioActualidadCrónicaOvalle Centro: un barrio que busca subsistir sin perder su identidad

Ovalle Centro: un barrio que busca subsistir sin perder su identidad

18 - 11- 14 centro de Ovalle
El deterioro de las viviendas antiguas es una de las preocupaciones de los vecinos.

Dirigentes y vecinos del sector solicitarán al concejo una audiencia para exponer los problemas que los inquietan, entre estos la delincuencia, la contaminación acústica, y el deterioro de sus viviendas.

El barrio está circunscrito al parque alameda por el oriente y Portales por el poniente; Miraflores por el norte y Tangue, por el sur. Un territorio que hace unas décadas, promediando el siglo pasado, fue el corazón social y comercial de la ciudad, en el que residían algunas de las más antiguas familias de la zona.

“Ahora son pocas las familias que vamos quedando, la mayoría son adultos mayores”, explica Rossana Barrera , la presidenta de la Junta de Vecinos Ovalle Centro. La mayor parte es  población flotante que llega o pasa por el lugar para trabajar, satisfacer una necesidad de servicios, en una oficina bancaria, de servicio público, o hacer adquisiciones en el comercio, y luego retorna a su población o localidad.

Cada cierto tiempo los 150 socios activos que tiene la Junta se reúnen para analizar los problemas que tienen, así como para buscar soluciones, o propiciar iniciativas de desarrollo para el lugar con el apoyo del Municipio o del gobierno.

Entre los problemas más identificables mencionan la seguridad, por la presencia de delincuentes que pululan por el sector y que,  aprovechando la aglomeración de gente, ingresar a robar o hurtar a algún negocio, o bien apoderarse de una cartera y huir entre la gente. Roba en vehículos estacionados. Y cada cierto tempo bandas que ingresan a algún local comercial o vivienda, para robar artículos o mercadería, sin que las cámaras o la seguridad policial puedan ubicarlos.

Otro de los problemas es la existencia de locales comerciales que tienen patentes  de alcoholes disfrazados de restaurantes, lo que constituye en un dolor de cabeza para los residentes.
En este sentido han conseguido algunos pequeñas victorias, como impedir la instalación de un local nocturno en calle Tangue, casi al llegar a Carmen. Luego de un empate en el Concejo municipal para la aprobación para la apertura, les correspondió a ellos  como junta de vecinos resolver y su voto fue negativo.

La contaminación acústica es otro de los reclamos recurrentes de los vecinos del sector: en el paseo peatonal durante el día y en una conocida discoteque de ese mismo lugar durante la noche, local que con su música a alto volumen, aseguran,  desvela  a los residentes.

Otro tema recurrente es el del estado de deterioro de los inmuebles antiguos del sector, la mayor parte habitados por adultos mayores. “Casas de adobes que se desmoronan, y apolilladas”, afirma la dirigente, y cuyos propietarios no tienen la capacidad económica para restaurarlos. Además, por vivir en ese lugar su ficha de protección social es muy alta y  eso les resta derecho a asistencia social del sector público, y muchas que deben pagar altas contribuciones.

Y esas personas tratan de mantenerse con dignidad en el lugar donde nacieron, criaron a sus hijos y a su familia, hasta que fallezcan o, talvez en algún momento decidan demoler para convertir en una playa de estacionamiento de vehículos, o reciban la tentadora oferta de una empresa nacional que les adquiera el terreno para levantar un gran local comercial.

Porque ese es otro tema. El Ovalle tradicional ha ido gradualmente desapareciendo para dar paso al comercio foráneo que, como señala una vecina,” hoy se ve amenazada por grandes negocios que derrumban la historia y construyen unos galpones horribles”.

Hay excepciones a esos galpones, como el edificio de Vicuña Mackenna y Ariztía inaugurado anoche con bombos y platillos, pero a cuya ceremonia  curiosamente la Presidenta de la Junta de vecinos no fue invitada a asistir.

“¿Cómo… no la invitaron? ¡No puede ser!! “, le decimos asombrados.

Pero Rossana Barrera prefiere tomarlo con humor:

“ No pues, ¡No invitaron a la dueña de casa!” y ríe a carcajadas.

Esta semana solicitarán al Concejo Municipal que los reciba en audiencia para exponer estas inquietudes y ver la posibilidad de conseguir recursos para el desarrollo de mejoramiento urbano, de manera de mejorar la calidad de vida de los pocos habitantes que van quedando en el sector.

OvalleHoy.cl