Faltando pocos minutos para el mediodía llamó la atención a los transeúntes la presencia de un grupo de alrededor de una treintena de pequeños que marchaban por el paseo peatonal en dirección hacia la plaza.
Acompañados de sus “tías” y algunos padres y familiares los niños de distintos niveles del Jardin Antuneyen , portando pancartas, y vestidos con disfraces y gritos alusivos manifestaron su preocupación por el estado de deterioro del medio ambiente. Eso ante las miradas de simpatía de los transeúntes ante la presencia de estos precoces manifestantes.
“Salvemos nuestra casita”, reiteraban-
Luego se reunieron en la Plaza de Armas para reiterar sus llamados y concluir con una dinámica de cantos y juegos que ellos suelen practicar en la interna del establecimiento