A propósito de la consulta del próximo 26 de abril, aun no termina enero y ya están en campaña, aunque la ley lo prohíba.
Las campañas del terror, claro. Porque el terror y el miedo, de un lado y otro, es lo que más votos capta al parecer. O más votos quita. Que es lo mismo pero no es igual.
El mismo y simple voto del plebiscito constituyente de abril próximo ya es una muestra del miedo , de hecho es tanto el miedo que le tienen a una “asamblea constituyente ” que para evitar una especie de profecía auto cumplida prefirieron llamarla “convención” . Una cuestión de semántica o sinonimia si lo quieren, pero de esa forma comenzaron con la campaña.
Precisamente hay quienes les aterra la sola palabra asamblea. Entonces el terror lo siembran diciendo que si gana la opción SI nos lloverán las penas del infierno y las plagas de Egipto, que se perderán los derechos individuales, que seremos peor que Venezuela, que nos transformaremos en la Corea del Norte de esta parte del mundo .
Este lado del terror es un terror poderoso, fuerte y simple a la vez . Convence fácilmente. Tiene tierra fértil donde germinar: aquellos que tienen miedo al “comunismo marxista leninista”, los/as que tienen miedo al lumpen que te roben lo que con tanto esfuerzo ha conseguido, aquellos/as que temen que se pierda el statu quo establecido.
El otro lado del terror, lógicamente, lo infunden aquellos agoreros que vaticinan que gana el NO. SI gana el NO, dicen , las manifestaciones pacífico-violentas aumentarán, que si vimos arder el metro o supermercados, ahora quemarán todo y ellos no serán responsables de todo ese desastre. Si gana el NO aquellos pocos que hoy tienen el poder de decidir qué se hace o qué no se hace radicalizarán su postura en contra de todo sistema. Que no quedará estatua en pie.
Como en todo proceso eleccionario, están aquel grupo de los indecisos o de aquellos que les da lo mismo , quienes a su modo, también se llenan de miedos y propagan terrores . Este grupo al parecer temen que todo este estallido social o explosión social ( a esta altura es más bien una implosión social ) se prolongue, que aumente la violencia radical y la represión brutal gane la opción SI o gane la opción NO. Total nadie quiere perder, ni quienes gobiernan, ni quienes protestan, ni quienes destruyen, ni los parlamentarios, ni los empresarios. Nadie. Así pareciera que realidad importa poco que gane el Si o que gane NO.
Veremos si somos capaces de sobrellevar todos estos malos augurios de aquí a Abril aunque sería mejor ponerse sensatos y dejar de lado estas campañas que en verdad no aportan ni construyen sociedad, que exacerban las diferencias ideológicas y hasta axiológicas, perdiendo la capacidad de dialogar y buscar acuerdos efectivos por el bien común.
Debemos ser capaces de entender que gane la opción que gane, todos tenemos derechos, que debemos respetar y ser respetados. Debemos entender que tus derechos no deben violar mis derechos, ni mis derechos violar los tuyos; sus derechos no pueden vulnerar nuestros derechos, nuestros derechos no pueden pasar por sobre vuestros derechos.
A esperar entonces.
Por K Ardiles Irarrázabal