Aunque sin posibilidad de acceder a la Liguilla de Promoción, una victoria del equipo limarino ante uno de los aspirantes al título del torneo, La Pintana, tendría importantes consecuencias para su propósito inmediato de mantenerse en la Segunda División.
La primera de ubicarse en solitario en el séptimo lugar de la tabla, si Melipilla – que hoy ocupa esa posición – pierde en la última fecha con Naval , otro de los líderes de la competencia.
Pero más que la ubicación en sí, importa porque le permitiría a Ovalle obtener una buena cuenta de ahorro en puntos para iniciar la fase definitiva del campeonato que le permitirá mantener la categoría .
Veamos porqué:
Las bases de la competencia precisan que “ una vez finalizada la fase regular, los clubes manteniendo su puntaje de la Tabla General Acumulada, se dividirán en dos grupos, donde los seis primeros jugarán por el ascenso a Primera B para la temporada 2016-2017, según indica el artículo 88 de estas Bases y los siete restantes jugarán para definir el descenso a Tercera División, según indica el artículo 89 de las presentes Bases”.
La Tabla General Acumulada del Campeonato de Segunda División Temporada 2015- 2016, estará constituida por la sumatoria de los puntos obtenidos, esto es, que los clubes mantienen su puntaje obtenido en la fase regular, para la fase final.
En lo que se refiere a la fase de descenso las bases añaden:
“De los siete clubes que juegan por el descenso según indica el artículo 84, descenderán desde la Segunda División en la temporada 2015-2016, los clubes que ocupen los tres últimos lugares, según acuerdo de Directorio de la Federación de Fútbol de Chile.
Y si el CDO concluye este campeonato con 34 puntos, podría establecer una diferencia de 11 puntos con Lota Schwager, que marcha con 23 y el fin de semana tiene que viajar a jugar con San Antonio, otro de los punteros del torneo.
E insistimos que para conseguir este último propósito, de llegar lo más arriba posible en la tabla ganando el fin de semana en Punitaqui, se necesita no sólo el aporte y la motivación de los jugadores, sino también el de los hinchas que tienen que acompañar hasta el último momento a su equipo desde la tribuna. Hacerles sentir que, a pesar de todo, no están solos.
Y que si vamos a despedirnos del torneo, hagámoslo con dignidad, carajo.