Se celebró el Día del Profesor en el país y esperamos que alcancemos a ver que la profesión que abracé hace más de 30 años se la vuelva a valorizar como corresponde.
Se ha escrito sobre la “calidad” de la educación, pero nadie ha aclarado que es y cómo se va a lograr. Lo que sí tenemos claro, es que las “remuneraciones de los docentes son hasta un 70% menos de los sueldos de otras profesiones que también implican cinco años de estudio” (Investigadores Sergio Urzùa y Arturo Fontaine, El Mercurio, C4, domingo 21, septiembre de 2014).
Se están proponiendo diversas formulas para mejorar al docente, entre ellas, un Plan Maestro de parte de 20 organizaciones, donde en lo primordial; buscan que se cree una carrera docente, incrementar el sueldo base, insertar un plan nacional de meritoria, disminuir el tiempo en sala del profesor a un 50% o 60% para aprovechar el tiempo restante en otras actividades y por último tener una evaluación formativa.
Todo estos esfuerzos se agradecen, pero el problema mayor lo tenemos con nuestros estudiantes a todo nivel, ya que, en una entrevista a profesores universitarios, se quejaban de que sus alumnos llegan atrasados, leen lo mínimo, no entregan trabajos y más encima en el aula conversan, chatean, comen, etc.…
Leyendo a J. Edwards, en su artículo del 03 de octubre de 2014, en el Diario La Segunda, narra que le pasó lo mismo por los años 2008, donde llegó a hacer clases a una Universidad en Chile y al iniciarla había uno o dos alumnos, al rato llegaban otros y más encima con cara de cansados y aburridos, él los observaba con cara de tristeza, no por él, sino por ellos, menos habían leído los capítulos pedidos. Esto es lo mismo que pasa en los distintos colegios, lamentablemente, hoy en día.
Ante esta realidad, el profesorado necesita recuperar su dignidad, que nos dejen trabajar tranquilos, fuimos preparados para educar, hoy hay un enfoque distinto, antes uno buscaba el desarrollo de las personas, de su inserción en la cultura,, de la integración social, en cambio ahora solo se nos pide subir los puntajes a través de pruebas psicométricas. Si queremos avanzar en el desarrollo del país, es apoyando a los profesores y asignándoles el verdadero rol que les corresponde. Lo esencial es que toda la sociedad asuma la responsabilidad de educar.
Si Chile quiere dar un salto al desarrollo debe preocuparse realmente de uno de los pilares esenciales, como ya lo hicieron países como Finlandia (“la figura del docente es valorada y altamente remunerada en comparación con las demás profesiones”, “lo hacen desde la base del fortalecimiento de gobiernos locales y no caer en el error de establecer una administración centralizada”. (Raúl Figueroa, Director Ejecutivo de Acción Educar, 16 de septiembre de 2014).
OCTAVIO ÀLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO
