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¿Prohibir el uso de celulares en clase es una Contradicción Vital?

A partir de septiembre de este año los escolares franceses menores de 15 años tendrán prohibido el uso de celulares, incluso en los recreos. Una obligación producto de una ley impulsada por el actual Presidente galo, Emmanuel Macron y que ya causa debate en comunidades académicas con sus respectivos seguidores y detractores.

Un tema de polémica mundial, que no deja indiferente a Chile. “De manera tradicional, el uso de teléfonos celulares al interior de la sala de clases, se ha convertido en un problema para los docentes, puesto a que, lo consideran un elemento de distracción para el aprendizaje. Sin embargo, cada vez que un docente le indica a sus alumnos que apaguen o guarden sus teléfonos al ingresar a la clase, para trabajar con lápiz y papel, provoca una involución tecnológica”, plantea Carlos Escobar Araya, Director de la Escuela de Ciencias Agropecuarias de la Universidad del Pacífico y creador del Método Escobar al interior de la Carrera de Agronomía de la misma casa de estudios superiores.

El experto, quien no comparte este tipo de prohibiciones indica que con ella el estudiante deja de usar tecnología de última generación, la que utiliza en su vida cotidiana para realizar múltiples acciones. “Tales como acceder a conocimiento de forma rápida a través de internet, registrar información, comunicarse y relacionarse con su entorno, entre otros. De esta manera, tanto el docente como el estudiante, individuos del siglo XXI, familiarizados con esta tecnología, estarían retrocediendo a una realidad del siglo XX, lo que implica un proceso de aprendizaje tecnológicamente descontextualizado con lo que viven ambos en el día a día”, plantea.

Escobar, quien ya lleva dos años aplicando su metodología al interior de dos asignaturas de la carrera, agrega que el dejar de lado los teléfonos celulares representa una visión de corto plazo, debido a que, la tecnología de teléfonos inteligentes seguirá evolucionando rápidamente en los años venideros, volviéndose cada vez más complejo pensar. “Por ejemplo, que un niño nacido en el año 2018, quien se familiarizará con esta tecnología desde sus primeros años, al llegar al periodo escolar, se le solicite que al entrar a la sala de clases deje de lado por completo esa potente herramienta tecnológica y se remita al uso de lápiz y papel en el aula. Es importante indicar que: ´ esto no implica dejar de lado las formas tradicionales de enseñanza, sino que, complementarla con nuevos recursos tecnológicos disponibles en la actualidad´ “, señala.

Por eso es enfático en indicar que prohibir el uso de teléfonos celulares al interior de la sala de clases sería una contradicción vital. “Lo anterior, debido a que, por una parte, la capacitación en TICs representa uno de los desafíos de la educación en el mundo por sus implicancias en el trabajo y la productividad de los países, y por otra, a nivel escolar y universitario el uso de las TICs en el aula ya es bajo, e inclusive se pretende prohibir en la sala el uso de tecnología que se ha masificado entre las personas como es el caso de los Smartphone”, comenta.

Es por ello que Carlos Escobar, desarrolló un nuevo Método de Enseñanza Escobar, el cual permite, de forma fácil y a bajo costo, incorporar al aula el uso del teléfono celular como herramienta para el aprendizaje. “Este Método se está utilizando en la Carrera de Agronomía con bastante éxito. Además actualmente se están realizando las primeras experiencias tanto a nivel escolar como preescolar, como se ejemplifica en los casos de construcción de cuentos y desarrollo de habilidades para la lectoescritura. El funcionamiento es bastante simple, es ahí donde está la gracia, porque utiliza elementos accesibles que facilitan la labor del docente y no se convierte en una carga para él”, enfatiza.

Para el académico, el Método Escobar implica la democratización del Aprendizaje en Tiempo Real. “Ya que integra la tecnología de uso cotidiano de las personas al proceso de aprendizaje en el aula, facilitando la labor del académico, fomentando una mayor eficiencia y optimizando el uso del tiempo de la clase, favoreciendo la interacción entre académicos y estudiantes, estimulando la motivación y participación activa del alumno en todo momento y propiciando un aprendizaje significativo de éste último, entre otros múltiples beneficios”, enumera.

Escobar agrega que esta metodología de enseñanza no necesita una aplicación especial, puesto que, puede valerse del uso de la totalidad de las aplicaciones que estén instaladas en el teléfono. “Destacando entre ellas, el uso intensivo de WhatsApp en la sala de clases, pero en este caso, con fines de enseñanza”, señala.

La metodología fue puesta en marcha el 2016 al interior de la de la Carrera de Agronomía y parte de sus bondades, según el docente, están registradas por los estudiantes que cursaron durante el segundo semestre 2017, la asignatura Botánica, Anatomía y Morfología Vegetal, siendo utilizado exclusivamente en las sesiones prácticas de laboratorio.
“Al ser una forma nueva de trabajo para el docente y los estudiantes, el objetivo fue conocer de parte de los propios involucrados en el proceso, su percepción respecto de la experiencia en aspectos como la facilidad de uso de este método, mejora comprensión de los temas tratados, promoción del trabajo colaborativo (equipo), fluidez de la comunicación con el docente y los demás compañeros de curso, motivación y utilidad, entre otros”, plantea Carlos Escobar.

OvalleHoy.cl