InicioultimasOpinión¿Qué desafíos me plantea la lectura de este texto?

¿Qué desafíos me plantea la lectura de este texto?

Después de la resurrección del Señor, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.

Al verlo, se postraron delante de Él; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que Yo les he mandado. Y Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.

                                                                                              Juan 28, 16-20.

En este texto podemos dar una mirada equivocada al acontecimiento de la Ascensión del Señor es la que piensa que Jesucristo nos deja y se va de este mundo que hemos hecho tan inhabitable, para ir a morar en la gloria eterna de Dios.

En navidad vino Jesús y se hizo cercano a nosotros, ahora en la Ascensión se va y nos deja en nuestro mundo.

El contenido de esta fiesta de la Ascensión es todo lo contrario. Jesús el crucificado que es el resucitado, el Señor victorioso a quien se le ha dado todo poder en el cielo y en la tierra (MT 28) es decir, es Dios y como tal permanece para siempre junto a los suyos, como Señor está presente y actuando en este mundo. En este pasaje Jesús Resucitado, es para siempre, el Dios-con-nosotros.

Es así como envía a este pequeño grupo de discípulos la misión de sus enseñanzas Vayan y hagan discípulos de todo los pueblos.

Son once discípulos, un grupo insignificante de hombres como nosotros, con sus luces y sombras, con sus virtudes y sus límites, sin embargo ellos tuvieron la audacia de creer, le creyeron a Jesús Resucitado, creyeron en su promesa y se lanzaron por el mundo entero.

Hoy nosotros también estamos llamados a esta misión así se nos da a conocer en toda nuestra historia de fe es ponerse en camino dejando los miedos que nos paralizan.

Cada cristiano experimenta en su vida la desproporción todos los acontecimientos que nos han tocado la desigualdad, el hambre y mucho mas hoy  con esta pandemia que ha tocado a todos los países son los problemas que le toca enfrentar para ser testigos de Jesús en su mundo y sus propias posibilidades. Siempre ha sido así y será así, porque la misión de todo bautizado y de la Iglesia no se apoya en sus propias fuerzas y posibilidades humanas, sino en el poder del Señor y la presencia permanente de Jesucristo Resucitado.

Y lo que Jesús nos mandó es poner en práctica los mandamientos mínimos, esto es, las bienaventuranzas, que han tomado el puesto de los antiguos mandamientos de Moisés. Con la práctica de las bienaventuranzas, nacerá una sociedad austera, solidaria, cargada de amor y apertura, libre de autoritarismo y respetuosa de las diferencias. En esa sociedad estará por siempre presente Jesús, que ahora cumple la función de Dios con nosotros, miren que yo estoy con ustedes cada día, hasta el fin del mundo.

¿Cómo me siento llamado a vivir la  misión en medio de mi familia?

¿Qué desafíos me plantea la lectura de este texto?

¿Quiero poner en práctica lo que Jesús nos legó en las bienaventuranzas y cómo hacerlo realidad en este mundo tan individualista?

Hugo Alfonso Ramírez

OvalleHoy.cl