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QUIT PRO QUO: Esto del 10% se parece al chiste del Flaco

Esto del 10% se parece al chiste del Flaco: combos iban y combos venían. Las amenazas  de lado y lado  se multiplican como si fuésemos todos enemigos de todos.

 Desde un rincón del cuadrilátero,  se amenaza con que emergerán  las penas del infierno y nos lloverán  las plagas de Egipto  si se aprueba el retiro de parte de fondos  de pensiones (el 10% es más bien retórico): que vendrá un descalabro económico, que es pan para hoy y hambre para mañana, que es un salvavidas de plomo,  que si las pensiones son malas ahora en un futuro  sin ese porcentaje, será peor. Obvio. Si no se modifica el sistema de pensiones, por supuesto que seguiremos igual o peor, lo que me hace reflexionar: ¿estos/as señores/as no piensan modificar el sistema? ¿o es que solo manipulan y acuden al miedo y a las amenazas para intentar convencer que la gallina de los huevos de oro no se debería matar?.

 El miedo, la amenaza, la  violencia,  ha sido siempre un pilar fundamental para gobernar, no lo digo por  nuestro país, sino  es la historia de la humanidad. Aquí, la oligarquía que ha ostentado el poder durante siglos, amparados últimamente en los pocos que votan (votamos), se han burlado de  los trabajadores, se abusó de ellos,  se les mintió descaradamente asegurándoles que   se pensionarían con el 100% de su sueldo para el 2020. Vaya falacia aquella con la que obligaron a cambiarse a las AFP. Y además no se reparó en los bajos sueldos, en la desigualdad que se exacerbó en los ochenta y noventa.   Se jugó con las esperanzas de los pobres y de la clase media. Eso es tremendamente violento. Violencia pura.

 El sentido común nos dice que los Fondos de Pensiones son de los trabajadores, al menos eso nos han hecho cree durante años y hoy hay  miles de familias pasándola muy, pero muy mal y ese dinero, que es dinero de ellos (nuestro), es dinero fresco que servirá para alivianar el mal pasar de este tiempo sin trabajo, ni entradas, por último,  generará movimiento en la   economía que es, querámoslo o no, lo que más les importa a los gobiernos , sobre todo a los de tendencia  de derecha económica. Es verdad que el dinero que se maneje en los   fondos de pensiones son parte del sistema económico,  pero el retiro de sus dineros no es la hecatombe económica. Dejen de violentar a la gente con eso.

En la otra esquina, en respuesta a esa violencia de años, se azuza ya un estallido social 2.0 como lo han llamado sus más fervientes defensores, si no es aprobado el retiro de parte de los fondos. Seguramente  se marchará  por las  calles, se reunirá gente en Plaza Italia con las protestas  pacíficas multicolores y artísticas, pero como de violencia también se trata esto, seguramente volverán los incendios al metro, a los supermercados, los saqueos  y  los defensores de estos actos  continuarán con la justificación exópata y carente de lógica de: “nos saquearon 30 años”,  aunque nada de eso ayudó ni ayuda a un cambio real, de hecho, los más perjudicados fueron precisamente los más pobres y la clase media.   Ya hubo indicios de todo aquello durante la votación del proyecto en la cámara de diputados. Hasta circula en RRSS ( vaya a saber uno si es cierto o no)  una carta de los trabajadores portuarios indicando que si no se  aprueba o si se agrega algún artículo que impetre impuesto al retiro, paralizarán. Varias otras organizaciones ya estarán pensando en lo mismo.

 Es decir,  amenazamos si nos amenazan.  Así funciona la sociedad hoy:  amenazas y violencia  de lado y lado. Combo y combo como el chiste, cual  si fuéramos enemigos públicos, cual reyerta narco, cual pelea entre  perros callejeros, grandes y chicos. Si lo piensan bien : ¿Es el estado el enemigo? ¿No que todo somos el estado? ¿Es el gobierno el enemigo? ¿Son los parlamentarios  los enemigos? ¿No fuimos nosotros los que los pusimos ahí? Si bien la violencia hace rato , mucho rato que se ha normalizado en nuestro país, dejando de lado que violentar al prójimo  está presente en la más  profunda naturaleza  ontológica, hoy nos hemos polarizado tanto que nadie piensa en el bien común. Al parecer,  sólo  importan los intereses  particulares o corporativos Al final, ¿quienes ganan con todo esto? Es una buena pregunta.

  Volvamos al tema de fondo. El dinero de las AFP es de las personas, de los trabajadores y trabajadoras de este país. Punto. No debería haber más discusión  No debe haber amenazas, ni miedos,  ni violencia. Es de sentido común, no de ideología.   Si preocupa  la economía, bueno, ya llegará el tiempo donde las personas sean más importantes que los dólares, ya llegará el cambio de esta constitución que tanto daño nos ha hecho, ya llegará la modificación del sistema de pensiones, ya mutaremos  hacia un estado solidario donde la empresa privada juegue un rol importante en el  desarrollo del país  sin ser los dueños de sus recursos, donde el estado  regule precios, asegure  una mejor distribución de los recursos y proteja el bien común. Ya llegará el tiempo de la tercera vía, el  sistema que ha dado muestras fehacientes de  ser la mejor opción, más humanista y menos violenta que el capitalismo puro y el estatismo anacrónico.

Mientras eso sucede, los parlamentarios y este gobierno tienen la oportunidad de  ganarse lo poco que les queda de respeto de la gente que los puso ahí. Dejen de lado “los principios partidarios” que no son los principios de la gente que tiene que trabajar día a día y que en este tiempo se ha quedado sin ingresos. Aprueben  simplemente porque tout pour le peuple et par le peuple Por que el pueblo que  los puso allí donde están ahora siendo parte  la elite económica  de este país se los pide.  

Aprueben sin violencia por violencia. Sin miedo por miedo.

 Quiot por quo.  Quit pro quo.

Roberto K. Irarrázabal

*Nota del Editor: Quid pro quo es una locusión latina que significa literalmente «quid en lugar de quo», es decir, la sustitución de una cosa por otra, «algo por algo» o «algo sustituido por otra cosa»

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