En este mes de septiembre los chilenos nos acercamos a nuestras raíces donde se forjó nuestra nación, la cual según José Victorino Lastarria “los elementos físicos y sociales de este país explican su salvación de la desastrosa anarquía que han soportado otras de las repúblicas, y sus progresos en todas las esferas de la actividad humana.”(La América, 1867).
Durante la Reconquista 1814-1817, los campesinos fueron testigos de las persecuciones y despojos de parte de los españoles y los hizo unirse al patrón, como lo afirma Guillermo Feliú, al decir que “todos sintieron y comprendieron que con la defensa del patrón resguardaban lo propio, la casa, el rancho, el trabajo, la herramienta. Al fin, los españoles no representaban lo propio y sus autoridades, crueles y altaneras, eran ajenas al país”. (Patria y chilenidad, Rev. Mapocho 1966).
Bien nos dice Fernando Promis en que “debemos atribuir en primer término tan inmenso éxito a la cordura y sentido práctico de los habitantes de este querido rincón del mundo. Ya en 1833 existían en Chile los elementos necesarios al establecimiento de un régimen regular y ordenado, una sociedad organizada, tradicionalista, respetuosa de la autoridad y del derecho ajeno. Además Promis afirma que “la geografía hizo de Chile un país esencialmente unitario; uno es su clima, unas mismas sus producciones, una su raza, uno su espíritu nacional, una sola su sociedad dirigente. Solo dando tormento a la naturaleza de las cosas, pudieron soñar algunos ideólogos en hacer una federación en este pequeño país encerrado entre el mar y la cordillera, cuyos intereses son armónicos y homogéneos, desde los linderos del desierto hasta las sombrías selvas australes.”
Hasta después de proclamarse la independencia no había sentido de la nacionalidad y esto lo abordó el general Ramón Freire en 1824 que expresaba; “Conociendo el Gobierno la importancia de nacionalizar cuanto más se pueda los sentimientos de los chilenos, y advirtiendo que la voz PATRIA de que hasta aquí se ha usado en todos los actos civiles y militares es demasiadamente vaga y abstracta, no individualiza la Nación, ni puede surtir un efecto tan popular como el nombre del país a que pertenecemos: deseando además conformarse en esto con el uso de todas las naciones, he acordado y decreto lo siguiente:
1° En todos los actos civiles en que hasta aquí se ha usado la voz de PATRIA, se usará en adelante la de CHILE, y
2° En todos los actos militares, y al quien vive de las centinelas, se contestará y usará la voz CHILE.” (Idem. Patria y chilenidad).
“La Guerra del Pacifico contra Bolivia y el Perú (1874-1884) hizo estallar el patriotismo chileno en todas las clases sociales”. “Cuando el ciudadano chileno diose cuenta de que en las sombras de las cancillerías peruano, boliviana y argentina, se había fraguado un tratado secreto contra Chile para humillar a la Patria, sojuzgarla, invalidar sus fronteras y empequeñecerla como nación soberana, por sus venas corrió henchida la indignación.”(Idem.Patria y chilenidad, 1966).
Basándose en esta tradición histórica, esperamos que durante este mes, aflore el espíritu verdaderamente chileno y se reencuentren con nuestros líderes de antaño, que sacrificaron su bienestar personal por tener y consolidar una República unitaria.
OCTAVIO ÀLVAREZ CAMPOS
PROFESOR DE HISTORIA Y GEOGRAFIA
COQUIMBO