InicioActualidadCrónicaRememoranzas del mítico Cine Cervantes

Rememoranzas del mítico Cine Cervantes

El interior del cine/ / Foto anónima del album de Oscar Gatica.
El interior del cine/ / Foto anónima del album de Oscar Gatica.

Ubicado en lo que actualmente es la Galería Corral, el espacio llegó a albergar a mil personas que viajaban de distintos puntos de la provincia para disfrutar de las películas en exhibición. Hoy ha desaparecido por completo y en los próximas semanas reabrirá transformada en galería comercial.

Fueron más de cinco décadas que el Cine Cervantes de Ovalle proporcionó entretención a los habitantes del Limarí que concurrían para disfrutar de las tres funciones que se hacían a diario. No obstante, con el paso del tiempo y la aparición de las películas piratas, el público empezó a decaer, por lo que en el año 2008 el lugar cerró definitivamente sus puertas, dejando a la ciudad sin un espacio donde poder apreciar la proyección de películas cinematográficas.

El 24 de diciembre del año 1955 Alfredo Pizarro dio por inaugurado el primer cine de Ovalle con la película española “El Barco sin destino”, dirigida por José María Elorrieta, protagonizada por Luis Arroyo, Margarita Alexandre, Gérard Tichy, Emilio Ruiz, “un verdadero regalo que se le hizo a la comuna”, como manifestó, Manuel Galleguillos, quien fue administrador del establecimiento desde el año 1974.

47845293 47845293_24276528

Con eso se dio inicio a la era del cine, con un espacio que tenía una capacidad para mil personas, y que proyectaba 5 películas al día, dos en la Matiné que se iniciaba a las 14:30 horas, una en la función Selecta de las 18:30 horas y posteriormente dos más en la función nocturna de las 21:30.

“Pocas veces se tuvo la oportunidad de trabajar simultáneamente con Santiago, debido a que el que tiene varios cines se le entregan la preferencia para el estreno, porque se exhibe en varias salas a la vez”, explicó Manuel Galleguillos, respecto al estreno inmediato de las producciones cinematográficas, que en Ovalle, se hacía con un desfase de dos semanas. Sin embargo, en el año 1965 se formó una gran cadena que reunió a diversos cines de la zona norte.

Las rotativas: un día entero en el cine

Muchas personas recuerdan con nostalgia las rotativas, una función especial de los días miércoles, en que por el valor de una entrada se podían ver en una sola función, las cinco películas que se presentaban en la semana. “Me acuerdo que pagaba como mil pesos de ahora y pasaba el día completo en el cine”, declaró Marcos. Por su parte, Carlos, quien asistía con frecuencia, expresó “Era un ambiente romántico con más personalidad que las grandes cadenas de ahora, podías ver muchas veces la misma película en un ambiente familiar, es una pena que ya no esté”.

La dictadura y el inicio del declive

Desde que abrió el cine “la mayoría de funciones estuvieron completas” señaló Manuel Galleguillos, no obstante, con la dictadura y los toques de queda se redujeron los ingresos, “no contábamos con público, porque todos los locales debían cerrar antes y las personas se debían quedar en sus casas guardadas”, añadió quien fue el administrador.

De ahí en adelante el escenario cambió, “la gente le empezó a perder el cariño al cine”, como expresó Galleguillos, además apareció y se masificó la televisión. En los años 90 con el retorno de la democracia la situación no cambió. “Ya no había la misma cantidad de público, no volvió a ser lo mismo”.

Para esto tampoco ayudó la aparición de las cintas piratas, motivo por el cual, la gente adquiría a un bajo precio las películas dejando de asistir a la sala que por más de 50 años proyectó las más diversas producciones cinematográficas. Finalmente, en el año 2008 el cine cerró sus puertas con su último estreno, la película Rocky VI.

FALLIDA REAPERTURA

En septiembre del 2008 una empresario capitalino, Emilio Egnen Sufan, hizo una inversión para reabrir el viejo cine. Su idea fue conservar la estructura original del recinto, incorporando tecnología para ofrecer mayor comodidad, además de estrenos simultáneos con el resto del país.

La experiencia sin embargo no arribó a buen puerto porque meses despues el recinto volvió a bajar el telón, de manera definitiva.

Porque si bien en los años siguientes, no obstante conservar su estructura de sala de espectáculo (aunque sin butacas) , en la actualidad ha desaparecido de manera total, para transformarse en la prolongación de la Galería.

Del viejo cine, nos cuenta un trabajador, sólo quedan algunas proyectoras arrumbadas en una sala del segundo nivel.

 

Paloma Olivares Beltrán

Periodista

 

OvalleHoy.cl