InicioultimasOpiniónRío abajo, río arriba, yo buscaba a mi río.

Río abajo, río arriba, yo buscaba a mi río.

Limarí se llamaba y en sus aguas cristalinas y torrentosas, cuando niños nos bañábamos.

Pero por mucho que lo buscábamos, no lo encontrábamos, Río abajo, río arriba, él ya no estaba, a veces a gritos lo llamábamos y el eco en los cerros contestaba. ¿Dónde estaba?, la tierra se lo había tragado, la gente y los niños de mi barrio lo lloraban y entre todos por los valles lo buscábamos, pero ni río abajo, ni río arriba, lo encontrábamos.

Una noche nos reunimos en Los Peñones y mirábamos el cielo que estaba lleno de estrellas y brillante como la plata, mirábamos al Este y al Oeste, pero nuestro río ni hacia arriba ni hacia abajo estaba: “la tierra se lo había tragado”.

Son las lluvias que no caen, que no vienen desde el cielo, ¿por qué?, ¿qué pasó?. El hombre cambió las siembras, no más trigo, no más maíz, transformó la naturaleza buscando más riqueza.

Entonces la naturaleza se enojó: no más lluvias, no más nieves en la cordillera y el río poco a poco desapareció, ni río abajo ni río arriba, el agua se terminó.

La sequía es el castigo por no respetar a la madre tierra, hoy sólo nos queda rezar y pedir al padre Dios que nos perdone por todas nuestras faltas, que nos envíe la lluvia y la nieve para así poder mirar con alegría:” río abajo y río arriba” y encontrar al Limarí caudaloso para bañarnos en sus aguas, y sembrar nuevamente los campos con trigo y maíz.

PINTOR

OvalleHoy.cl