InicioOpiniónCarta al DirectorRuidos molestos: a las autoridades les falta coraje cívico

Ruidos molestos: a las autoridades les falta coraje cívico

Señor Director:

Hay varios temas que al parecer nuestras autoridades de distinto nivel son incapaces de resolver. Es más, da hasta la impresión que simplemente no les interesa o (peor aún) les falta el coraje cívico para afrontarlo y darle solución.

Uno de ellos, el que pretendo abordar en esta carta, es de larga data y afecta especialmente al centro de la ciudad y a quienes vivimos o trabajamos en él: los ruidos molestos. Ello tanto de día como de noche en un continuo descontrol, y, para peor, con la indiferencia o la autorización de las autoridades municipales, de salud y de Carabineros.

Sabemos que existe la Ordenanza Municipal que norma trabajos y actividades en las calles de la ciudad. Sin embargo, esta Ordenanza Municipal es letra muerta. Nadie la aplica y menos la fiscaliza. Y así se desprecia a la ciudadanía que tiene la mala fortuna de trabajar o vivir en el centro de Ovalle.

Como decía en un párrafo anterior, este tema ha sido planteado innúmeras veces y siempre la respuesta es la misma: un ominoso silencio, señal evidente de incapacidad y desprecio a la ciudadanía, que pagamos con nuestros impuestos el sueldo a estos mal llamados “servidores públicos”.

Además de soportar altísimos decibeles de ruido provenientes de pub, discotecas y otros locales de entretención hasta la madrugada, se autorizan trabajos de demolición, construcción y reparación durante toda la noche. Y cuando se les reclama, los trabajadores de estas faenas, señalan estar autorizados por el municipio. Y la misma respuesta entrega Carabineros.

Usted comprenderá que nadie duerme con el ruido de maquinaria liviana y pesada, equipos hidráulicos, taladros eléctricos, martillazos, herramientas de corte, gritos e instrucciones dadas en alta voz. Es una pesadilla frente a la cual se mira hacia el municipio de Ovalle buscando una solución, pero sólo se encuentra indiferencia y apatía. Es más, en la dinámica turística, sorprende que se hagan encuentros y promociones para promover los atractivos de la provincia del Limarí. Atraer al turista, mostrarle los encantos. Pero al mismo tiempo, en una incongruencia que sólo habla de ineficiencia profesional, se espanta a los turistas con el ruido infernal en el centro de la ciudad. ¿Qué dirán quienes nos visitan y les preguntan sobre Ovalle?… Pues dicen que no es posible obtener una buena noche de sueño en la ciudad. Que el ruido es infernal, que las noches de tranquilidad y descanso no existen para nadie en el centro de la ciudad… ¿Y esas impresiones atraen al turista? Ciertamente el efecto es todo lo contrario.

Y así se da la paradoja, también, que propietarios y empresarios de hotelería pueden invertir, mejorar remodelar, modernizar y ampliar sus servicios hoteleros, pero para los locales de entretención nocturna solo cuenta el tener los parlantes más grandes posibles y usarlos hasta que revienten, pues nada ni nadie objetará su uso. Y lo mismo, reitero, pasa con los trabajos de construcción o reparaciones en el centro.

Vale recordarles, además de la inútil Ordenanza Municipal, la Ley 19.357. En ella nuestros legisladores señalan que en el caso de cercanía de hoteles, los trabajos sólo se autorizarán hasta las 22 horas. Sin embargo, el Municipio Ovallino, y encargados de ello, los autorizan hasta las 4 ó 5 de la madrugada… Y al llamar a Carabineros, para reclamar por esta brutalidad, ellos señalan que son trabajos autorizados por la Ilustre Municipalidad de Ovalle. ¿Se puede creer tamaña irracionalidad? ¡Pues créalo! Ocurre todo el tiempo en Ovalle.

El centro de la ciudad es tierra de nadie. Nuestras autoridades miran sólo su propio ombligo. Y se nota que no viven en el centro de Ovalle. Sí así fuese, les importaría.
Y ni hablar de la basura en las esquinas ovallinas. Especialmente Arauco con en Paseo Peatonal, donde se acumula ésta y los líquidos percolados se filtran apestando vomitivamente por horas esa esquina en el corazón de Ovalle. Otro capítulo más de estos dramas sin solución lo constituyen las jaurías de perros vagos y abandonados y, lo más triste de todo, las personas que viven en situación de calle y duermen en la entrada del Hotel (Galería Yagnam)

Como puede ver, graves problemas en la ciudad de Ovalle.

Saluda a usted, preocupada.

LILIAM ASTUDILLO ORTIZ
ADMINISTRADORA GRAN HOTEL LTDA.

 

OvalleHoy.cl