Un docente de la U de Santiago señala que “éste tipo de inversiones tiene un riesgo muy bajo, es un negocio probado”, por lo que el alza no se justificaría a largo plazo, ya que la industria generaría ganancias por sobre el 25% año a año.
Hace un tiempo atrás, escribí sobre éste mismo tema titulando en aquella oportunidad “Ruta D-43, un cobro que NO se veía venir” y lamentablemente el tiempo me dio la razón pues a pesar de no estar terminada la obra, la concesionaria habría comenzado por ese entonces, a cobrar a los automovilistas el valor de $2.900 por pasada, la que logró ser rebajada temporalmente (mientras se terminan las obras y se inaugure) por nuestras autoridades al valor de $2.500, situación que a partir del 01 de enero del 2019, no se respetará pues se subirá el valor del peaje a los automovilistas en $50 por pasada.
Se suponía que al menos se respetaría el valor de $2.500, hasta que la obra estuviese terminada y fuera inaugurada, pero al parecer el valor de la palabra hoy en día no es mucha, pues la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública, justificaría ésta alza trasversal en todas las autopistas del país en base a mejorar las autopistas del país; lo curioso en éste caso en particular por llamarlo de algún modo es que ésta vía en particular aún ni siquiera está terminada y aún causa diversas molestias e inconvenientes a quienes circulamos por dicha vía, por lo tanto, a mi forma de ver, no se justificaría en absoluto dicha alza.
El profesor del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Santiago, don Juan Pedro Sepúlveda, realizó un estudio referente al alza en las autopistas, las inversiones y el retornos a los inversionistas, en donde señaló que “éste tipo de inversiones tiene un riesgo muy bajo, es un negocio probado”, por lo que el alza no se justificaría a largo plazo, ya que la industria generaría ganancias por sobre el 25% año a año con dichas alzas.
Además de lo anteriormente señalado, existen aún problemas en cuanto al tema de seguridad en lo referente a la vía, pues en algunos tramos carece de seguridad, ya que han ingresado animales y personas a las vías, e inclusive han ingresado vehículos en contra del tránsito, como el episodio ocurrido el día 22 de julio del presente año, en donde alrededor del mediodía un usuario de la ruta, pudo grabar como un vehículo se desplazaba aparentemente según el relato de éste a exceso de velocidad a la altura de Pan de Azúcar en dirección sur.
Éste tipo de situaciones no debiesen de producirse ya que, se supone que por el valor tanto de la inversión como el cobro que se hace para recuperar ésta, debiese cumplir con los más altos estándares de seguridad y no dar pie a éste tipo de situaciones, pero lamentablemente éste no ha sido el único episodio de riesgo que se ha presentado en la ruta, pues la señalización en algunos tramos sigue siendo bastante confusa, lo que ha llevado a que más de un vehículo sufra algún incidente o accidente por éste motivo; lo mismo ha ocurrido a causa de la falta de iluminación o de carteles reflectantes que adviertan al conductor del peligro que se avecina y que en condiciones normales no existiría, la falta de término en algunas pasarelas o su mala planificación e implementación como ocurrió con la pasarela de Lagunillas que se construyó sin ningún destino, debiendo ser modificada y mejorada sobre la marcha y así podría estar enumerando una serie de falencia que aún tiene la ruta y por la cual no debiese aún cobrar o bien un precio mucho menor al actual.
En sí, todos los que utilizamos la ruta, no pedimos que no se nos cobre, sino que el cobro sea algo justo para ambas partes, tanto para la concesionaria que adquirió un compromiso recíproco con el Estado por medio de un contrato como para nosotros los usuarios y habitantes de ambas Provincias.
Susana Verdugo Baraona
