InicioOpiniónOpinión¡S.O.S!!!...por el terremoto seco que nos agobia.

¡S.O.S!!!…por el terremoto seco que nos agobia.

¿Qué hemos hecho mal  para haber salido tan mal  parados en la sequía que nos aqueja?  Es una pregunta que nos debemos hacer para tratar de razonar para  salir del  estado de adormecimiento e inmovilidad que nos aqueja. Para hacer, de alguna manera, reaccionar a los regantes de ese estado de sopor y a las autoridades para que se pongan más diligentes.

También, es bueno, hacer un balance para no tropezar con la misma piedra, buscar las soluciones apropiadas para los  afectados por la sequía. Los agricultores que han tenido que reducir la superficie regada;  en el valle se habla de 50.000 has disminuidas, más la superficie que están con riego restringido o de supervivencia. El abandono de campos es la tónica, otros realizaron fuertes inversiones para obtener agua y en mejorar la eficiencia de los riegos; las  que deben pagar en el corto plazo con producciones y retornos  muy disminuidos, tanto por el mayor costo del agua y de la energía para obtenerla. ¡Es un desastre de proporciones que amerita atención especial!.

Ante tamaño drama, no se observan medidas apropiadas por parte de las autoridades para paliar el desastre, sólo se observan “alivioles” y otras medidas que no apuntan al real problema; como es el caso del encausamiento del río Grande en el sector de Carén y Mostazal, medida que fue muy criticada y saboteada por los habitantes y regantes, pues la maquinaria pesada que intervino el cauce, dañó las vertientes y napas del lugar que surtían de agua potable a la población. Usar la retro-excavadora no es lo apropiado al dañar el ecosistema, pues las napas intervenidas alimentan a la vegetación ribereña. Lo que se necesita en esos afluentes de la parte alta del valle, a diferencia del sector bajo donde es distinto. Es bueno en el sector alto del valle, retener el flujo del agua para las que las vertientes se vayan retro alimentando con la descolgada  más lenta y el agua dure en los meses críticos. En este caso, la maquinaria pesada fue usada con desinteligencia, es lo mismo que usarla para sólo demoler lo construido desde las raíces y no usarla para crear a partir de lo que está bien.

A decir verdad, en materia de mejoramiento de riego, el Estado hace tiempo que no ha  invertido en obras de riegos mayores, como es el caso de embalses de acumulación, no ha promovido el manejo integrado de las cuencas; igual es muy reducido lo que se ha invertido en el  revestimiento de canales. Menos se ha enfatizado en el entubamiento de los mismos para disminuir significativamente las pérdidas, contaminación y robos; además entregar agua limpia y presurizada al aprovechar la gravedad, disminuyendo el consumo de energía y  por consiguiente ir reduciendo la huella de carbono de las actividades productivas. La ayuda de parte del Estado, para la tecnificación del regadío, ha sido muy provechosa pero insuficiente. Se ha avanzado muy lento… la sequía nos alcanzó  el agua se acabó.

El agua escasea no sólo para la agricultura, sino para el consumo humano, la minería y la industria; también influye en el turismo, ya que los ecosistemas y sus paisajes. Con el fenómeno climático han sido alterados negativamente, el panorama que se ve en el valle es mucho más desértico y deprimente.

Esta ausencia o escasa participación del Estado ocurre…cuando la desertificación avanza a un ritmo muy acelerado. A esto se suma el cambio climático por el calentamiento global, que nos afectará aún más de lo que hemos visto hasta ahora. Toda esta ausencia o muy reducidas inversiones estatales nos han afectado; lo anterior, a pesar del alto retorno que tienen estas obras. Además, porque este valle, es uno de los surtidores de hortalizas y de producción de vinos, piscos, aceite de oliva y frutas de exportación. Igual, es el hogar y oasis de los que trabajan en el norte; el oasis llamado norte verde… por la sequía muy cambiado a tonalidad tierra.  Por eso sería muy rentable para el país y la zona desarrollar un plan de envergadura a largo plazo y corto plazo; donde se establezcan verdaderas ayudas a los productores, porque la dimensión nociva de la sequía, del punto de vista económico y social, es muy grave. Es por la drástica disminución de la actividad y el empleo y de los servicios que están relacionados a la actividad agrícola.

Algunas medidas paliativas.

Dentro de las medidas tenemos que, eliminar el pago de contribuciones atrasadas y por vencer. Subsidios para no despedir gente, pagar salarios e imposiciones, pues sin producción es muy difícil despedir y pagar años de servicio sin tener recursos.  Conceder créditos con el aval del Estado, a muy largo plazo y con intereses blandos para renegociar deudas, además créditos para poner en marcha los predios una vez superado el evento. Desarrollar un plan de inversiones en el valle con un crédito del BID a muy largo plazo, para construir y entubar canales, de modo de reducir las pérdidas de conducción en plazo más acotado.  Con estos préstamos, que por lo demás, en mayor medida, provendrán de los países desarrollados que provocaron el calentamiento global y los efectos perniciosos que provocan  en nuestro clima. Estas inversiones se verán resarcidas con la mayor seguridad del recurso hídrico, estaríamos mejorando en productividad, disminuyendo la huella del agua por cultivo; de paso iremos reduciendo las emisiones de carbono al emplear eficientemente el agua, lo que a los clientes del hemisferio norte, les gusta y exigen cada vez más para comercializar nuestros productos.

También se habla de la solución a la sequía mediante la construcción “del canal de la unidad”, de un canal entubado que vendría  por el mar recogiendo los excedentes de los ríos del sur; de un ducto que vendría del río Paraná. Todas las ideas que se emitan son buenas para tener ciudadanos preocupados y activos. Es lo que se necesita. Aunque estas ideas sean muy difíciles y costosas, todas nos sirven para tener una esperanza y buscar la mejor solución. Pero estas ideas soñadoras no sirven de nada, si no tenemos un sistema de manejo integrado de manejo de la cuenca hidrográfica; en la cual, se administre apropiadamente el agua, se coseche agua al sembrar nubes; se construyan pequeños embalses cordilleranos para que el agua infiltre y se retenga para los periodos críticos. Se creen zonas de rezago o parques nacionales en la cordillera que es nuestro mayor almacén natural de agua y nieve; igual se controle el manejo de las cordilleras vara evitar el sobre-talajeo, la deforestación, etc.

La zona no sólo está siendo castigada por la sequía, se le están sumando otros factores, como es el tener la tercera energía más cara del planeta, lo que encarece la producción y disminuye la competitividad. También lo es el uso de la energía en las horas punta con lo que se grava muy caro su uso. Igual los mayores impuestos a los pisqueros se suman a los efectos nocivos de la sequía. Para mayor daño, a las cooperativas pisqueras están siendo afectadas al cambiar el tradicional tratamiento impositivo que las eximió del impuesto de la renta al agrupar mayoritariamente, a pequeños productores. Un remanso de solidaridad que se estaría perdiendo.  Las actuales rigideces laborales se agravarán con las modificaciones al Código laboral (espero que surja la cordura a última hora). Las modificaciones al Código de Aguas,  sólo crearan incertidumbre y agravaran el problema; por reducir la certeza jurídica sobre su propiedad, en especial, para ser al agua sujeto de hipoteca, ya que la tierra sin agua no vale. Los mayores gastos en  seguridad, por la delincuencia y robos, como la mayor dificultad de  obtener justicia, agravaran el problema en los campos y ciudades. Vemos como la gente se está tomando la justicia por sus manos; es por el sistema judicial garantista que tarda o no confiere justicia. Todo esto y mucho  más, se suma  el terremoto seco juega en contra de los inversionistas y el desarrollo Limarino.

Llamado agónico de los Limarinos.  

La garganta seca de los Limarinos, parece decir S.O.S. Son llamados agónicos que no se escuchan. Al parecer, es por la persistente sequía de varios años produjo acostumbramiento. Es como si un gran terremoto les siguieras réplicas durante años. Pero  en el caso de la sequía, cada evento anual fuera cada vez más y más calamitoso que el primero.

Aunque sabemos que no se puede hacer llover, pero se puede hacer mucho para disminuir los efectos de la sequía y prepararnos para cuando retorne el agua a los campos. Prepararnos para la nueva sequía que inevitablemente  llegará. De no actuar, unas pocas empresas pasarán a ser los dueños del valle sumiendo a muchos agricultores en la pobreza.

Debemos tener presente que, en la crisis del año 82, el Estado auxilió a los bancos, pero los agricultores que estaban endeudados lo pagaron muy caro, fue porque no les traspasaron esos beneficios. Espero que en esta ocasión el Estado y los Bancos se porten a las alturas de las circunstancias. De esa manera, en estos momentos difíciles, con el esfuerzo de todos la carga se repartiría muchísimo mejor.

Sigo sintiendo “Las suplicas de las parras en la sequía”:

Al escribir estas líneas, me vienen a la mente los versos que escribí hace algunos años en el libro: “Las súplicas de las parras”, en la sequía”… donde ellas dicen en su lenguaje de síntomas, signos y señas: “No dejes de regarme por que sucede todo esto….mis hojas se atormentan, no brillan y tintinean, se calientan, marchitan, achurruscan y caen… Mis frutitos en mis yemas abortan y no cargo; mi misión es perpetuarme, que mis semillas se esparzan sobre la faz de la tierra… No dejes de regarme por la flojera o la ignorancia… porque me sucede todo esto.” En verdad, algunos productores le han hecho la pelea a la sequía; han logrado producir con el mínimo de agua posible…usando sus  conocimientos y la técnica.  Estas prosas fueron inspiradas de las sequías del pasado. Recuerdo que en el río Mostazal toda el agua se juntó en un canal, el interventor le daba el agua solamente a las empastadas, vides y a los frutales. El retorno del turno llegaba hasta los 45 días; al final se cosechó y se salvaron las plantas. La vid es la especie apropiada para el valle por su rusticidad y bajo consumo de agua. Igual en Ovalle los agricultores se juntaron para cultivar más cerca del embalse Recoleta. La reducida siembra de morrones, fue realizada en forma conjunta por los productores en La Calichera de los hermanos Custodio y Patricio Ramírez; lo prestaron con fines solidarios para que sus pares tuvieran actividad e ingresos. La óptima producción y precio, a los agricultores les retribuyó ampliamente el esfuerzo. Fue un premio a la solidaridad.

   Algo huele mal en el Limarí.

El hedor  del río Limarí me dice que algo está mal, pues pagamos por el agua que tomamos y por el tratamiento de las aguas servidas. Pero nuestros hervidores hacen parte del tratamiento de purificación que debería ser  por cuenta de la sanitaria. Igual el río Limarí, con el escaso caudal, no es capaz de oxigenar la m…. que vierten al río las piscinas de tratamiento del agua servida de Ovalle.

Echo de menos las acciones para  apremiar a las autoridades y  luchar por ello…como lo hicieron nuestros ancestros. Para lidiar a la sequía, es bueno por momentos sustraerse de los problemas; como los que producimos estamos encerrados tras las rejas y los delincuentes haciendo de las suyas; el Estado tratando de estrujarnos con mayores impuestos, supuestamente, para darnos más derechos en educación y salud. Lo anterior es muy difícil que lo cumplan, pues a la fecha, el Estado no ha cumplido y se ha comportado poco diligente.  Mejor me sustraigo por un momento. Pienso en la fragancia que desprenden las ñipas precordilleranas al rozarlas; igual me imagino el sonido del agua en el río que baja por el lecho pedregoso, eco que se amplifica en la estrecha caja del valle. Lo anterior…provoca un dulce sonar y me hace dormir; soñar e inspirar para escribir estas notas.

Rodrigo Carmona Castex                                             
 Ovalle, 04 de diciembre 2014.

OvalleHoy.cl