Es la pregunta que hace una lectora que viajó en una de estas máquinas para hacer un trámite urgente en La Serena y vio con preocupación cómo la máquina se iba llenando de pasajeros en el trayecto.
Cuando tomó el bus en Ovalle lo hizo con la aprensión del aforo de la máquina. Es que ella habitualmente, cuando viaja a la vecina ciudad, lo hace en su automóvil, pero esta vez no pudo hacerlo porque este se encontraba en reparaciones en el taller.
Y sus preocupaciones aumentaron cuando al subir al bus ve que los asientos estaban en su mayoría llenos. “Yo no quiero ir con alguien al lado, le digo al encargado, y este me responde que entonces compre dos asientos”, dice.
Y no puede evitar que minutos mas tarde se suba una señora y ocupe el asiento vecino.
Lo peor vendrá después cuando en el trayecto empiezan a subir otros pasajeros y el pasillo se va llenando de gente, pegadas unas a otras, sin ningún tipo de distanciamiento social.
Nos pregunta si existe alguna normativa para regular el aforo de los buses, conservando el distanciamiento entre los pasajeros y evitar los contagios.
Consultamos en internet, pero aparte de sugerencias, no existe una obligación de parte de las empresas de buses. Por ejemplo, no hay la obligación de al menos solo llevar pasajeros sentados y no de pie en los pasillos. Tampoco hay asientos marcados en los que no se puede instalar pasajeros.
En otras palabras, sigue rigiendo la ley de la oferta y la demanda como en tiempos de normalidad, en los que el lucro está por sobre la seguridad sanitaria.
