El martes 24 de este mes será una fecha trascendental para el futuro de nuestro deporte, cuando sea inaugurado oficialmente el nuevo Estadio Diaguita de Ovalle.
Por lo que me he enterado la idea es tirar la casa por la ventana para celebrarlo, y habrá tres partidos de futbol para estrenar la nueva cancha de césped. El principal, las selecciones nacionales femeninas de Chile y Argentina , lo que podría ser una especie aperitivo si Ovalle es seleccionado como Subsede de la Copa América femenina de futbol.
Para ese martes el estadio de la avenida La Chimba, como en los viejos tiempos, va a estar absolutamente repleto de gente de todos los pelajes, muchos de ellos vinculados con el deporte, y estoy seguro que no habrá lugar para meter a un alfiler.
Por ese mismo, señor Alcalde, me permito la impertinencia de pedirle que no olvide invitar a una persona muy especial: don Guillermo Vega Vega, más conocido como “Don Guille”. ¿Se acuerda de él? Incluso usted mismo el 28 de abril del año pasado lo reconoció para el aniversario de Ovalle como ciudadano distinguido.
Don Guille vivió 30 de sus más de 90 años (nació justamente un 17 de octubre de 1925) en el viejo estadio Municipal, siendo encargado de su mantención. Incluso cada fin de semana lo veíamos con una brocha y un tarro con cal rayando las tres canchas del recinto.
También trabajó en el empastado de la cancha principal y siguió colaborando en su buena mantención.
Él mantenía a sus siete hijos del sueldo que le daba el municipio, pero se ayudaba con el negocio que mantenía con su esposa Olga Ramos ofreciendo sus productos durante los partidos que jugaba Deportes Ovalle en el recinto.
En sus comienzos eran sánguches de malaya, pero que posteriormente se transformaron, así como los de “potito” del Estadio Nacional, en los célebres “sánguches de llamito” que voceaba entre los espectadores.
Sería bonito que él pudiera estar ese día en esta fiesta del deporte, aunque sea unos momentos en la medida que se lo permita el clima y su salud, en la pista de recortan en la silla de rueda en la que hoy se desplaza, para recibir el cariño de tantos amantes del futbol que lo recuerdan como uno de los últimos personajes realmente auténticos de nuestro recinto deportivo.
Señor Alcalde, con todo respeto… no se vaya a olvidar de él.
M.B.I.
