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Sequía, un mal palpable

La escasez hídrica en el Limarí llega a un 43 %, algo alarmante. Debemos trabajar para manejar el vital elemento de forma óptima y que sea accesible a todos.

La escasez hídrica que nuestra provincia y las demás provincias aledañas, han sufrido desde hace años, ha llegado a un punto aún más crítico del que estábamos el año recién paso; pero que es menos crítico de lo vivido en el año 2015, pero no por eso ha de ser menos importante.

Si bien es cierto que el 70% de la superficie de nuestro planeta está cubierta de agua, sólo el 2.5% de ésta corresponde a agua dulce. El cambio climático y la mala gestión de éste recurso hídrico, sumado a que un 76% de la superficie del país sufre de sequía, procesos de desertificación y suelos degradados han provocado diversos problemas tanto para nosotros como para el ecosistema.

Ejemplo de ello, es el caso del bosque de tamarugos en el norte de nuestro país, que se secó producto del aprovechamiento indiscriminado de aguas subterráneas que realizó la industria minera durante años para sus faenas, ésta mala gestión y la irresponsabilidad en el uso del aprovechamiento del agua, ha provocado que en algunas partes de nuestro país, se vivan situaciones tan extremas, que no exista agua ni para su propio consumo. 

El nivel de escasez hídrica en nuestra Provincia del Limarí llega a un 43%; lo que es francamente alarmante; por lo que como sociedad debemos trabajar en conjunto desde lo individual a lo colectivo, desde lo familiar a lo industria y desde lo sostenible a lo sustentable para que seamos capaces de manejar éste vital elemento de una forma óptima y que ése sea accesible a todos.

Desde hace un tiempo que se está trabajando en políticas públicas para abordar ésta situación tanto a largo como a corto plazo en conjunto con las juntas de vigilancia, escuchando las necesidades de las personas, crianceros, agricultores, etc. para así enfocar éstas de una manera más eficiente y eso es lo que se espera precisamente de un Gobierno, que escuche las verdaderas necesidades e inquietudes de su población, que trabajen en conjunto por un mejor futuro para todos y no que llegado al poder se olviden de quienes los “pusieron” allí y lo ocupen para llevar a cabo sus gustitos personales como lo hizo el Gobierno anterior, que no hizo más que destruir, dividir, engañar y no oír a las personas; sino que se dedicó a llevar a cabo reformas mal hechas, improvisadas, mediocres y que sólo a un pequeño grupo les interesaban, atentando así contra el querer de la gran mayoría y del bien común.

Si bien es cierto que es importantísimo que se apoye con recursos a las familias de agricultores y crianceros; no es menos cierto que no podemos ni debemos quedarnos con estas soluciones “parche”, que actúen sobre la contingencia. Se debe actuar a largo plazo, buscar maneras de que estas familias puedan tener un mayor alivio en la proyección de su fuente de ingresos, que no dependan exclusivamente de las precipitaciones, puesto que sabemos que serán cada vez más escasas.

Todas las ayudas son bien recibidas para paliar en parte este momento de crisis, pero como dije anteriormente, sería óptimo que en paralelo se adoptasen medidas a largo plazo, que puedan entregarles algo de tranquilidad a las miles de familias que dependen de éste recurso vital, a los crianceros, agricultores y a todos quienes hacemos uso de éste recurso, así como en gobierno Piñera 1 se avanzo a pasos agigantados en proyecto por años postergado de embalse valle hermoso que hoy es ya una realidad, ya está acumulándose agua que además aportara agua para beber a cientos de familias aledañas, por eso hago un llamado a la junta de ministros que visan y dan carta blanca para seguir adelante para consolidar otro gran proyecto que es el que está ya con todos los procesos adelantados y es el de embalse “Murallas Viejas” que dará un respiro mas a  la bella tierra de sufrir en menor medida los estragos de la terrible sequía. 

Está en nosotros cuidar este recurso imprescindible y los embalses cumplen esa función y no malgastarlo, es nuestra obligación ética cuidar y respetar este recurso escaso, por lo que desde ya debemos anticiparnos a lo que es un hecho; que es el cambio climático y la reducción en las precipitaciones; pues ha quedado de manifiesto en la última década, que éstas han disminuido y que seguirán disminuyendo. Por lo mismo, el momento de actuar no es mañana, ni en el futuro, es hoy, porque si no, estaremos hipotecando el futuro de nuestros hijos, el del ecosistema y el del desarrollo económico de todo el territorio, es la hora de que creemos conciencia.

Susana Verdugo Baraona
Médico Pediatra
Gobernadora de Limarí (2010-2012)

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